No nos debe extrañar que los socialistas catalanes se avengan a pactar con CiU la demanda de cese de los magistrados del Tribunal Constitucional prorrogados. Pretenden tramitar la propuesta a través del Senado. ¿Por qué desde la segunda cámara y no a través del Congreso? Muy fácil. Según cuál sea la reacción del PSOE, los socialistas catalanes del PSC se encontrarían en el trance de romper la disciplina de voto del grupo del PSOE, al que pertenecen, o por el contrario, contravenir lo acordado en Barcelona.
Como en el Senado los socialistas catalanes no forman parte del grupo del PSOE sino que constituyen grupo propio -Entesa Catalana de Progrès - junto con Esquerra e Iniciativa, no sería tan traumática la ruptura de la disciplina de voto. De hecho, en el Senado es el único sitio donde se han atrevido a votar diferente que el PSOE. Ha sido, eso sí, en contadísimas ocasiones y en nada substancial.