Urge un ideólogo

Cuando a alguien se le secan las ideas o es porque traía  pocas en su zurrón intelectual o es  porque no se ha preocupado de leer para ver si adquiría alguna nueva.

No es cierto que haya llegado el final de las ideologías. Lo que ocurre es que cada día hay más políticos que tienen menos ideas, porque han llegado a este digno oficio después de haber fracasado en otros para los que tampoco servían.

Hoy en día sigue existiendo la derecha y la izquierda, con ideologías distintas y propuestas no coincidentes, pero en ambos casos, en casi todos los países, se ofrece a los electores un programa, unos contenidos y un enfoque político y filosófico de cómo llevarlos adelante.

La prueba más reciente la tenemos en Francia donde ha ganado el hombre de la derecha frente a la dama de la izquierda: ambos consiguieron movilizar a una gran parte del electorado que finalmente se decidió mayoritariamente por quien proponía una política inequívoca que no asustó a la mayoría a pesar de que su contrincante invocó el voto del miedo.

En España las cosas parecen distintas.

Empieza la campaña electoral y lo único que se le ha ocurrido a Pepiño es hacer un video sobre la guerra de Iraq para ganar las elecciones municipales y autonómicas  frente al Partido Popular.

Su conocida factoría de videos es todo su armamento ideológico.

Cada vez estoy más convencido de que los votantes socialistas lamentan el bajo nivel de la actual dirección de su partido, porque recuerdan el nivel y el prestigio que tuvo hace años.

Urge un ideólogo…aunque tal vez lo que resulte más apremiante es tener alguna idea, porque gobernar sin más programa ni propuesta que hacerle oposición a la oposición resulta descorazonador.