¿Y ahora, presidente?

Ya ha pasado la huelga que le han hecho sus compañeros sindicalistas -eso duele- y las encuestas de Metroscopia dicen que la huelga la han perdido claramente los sindicatos, pero también el Gobierno y que su partido se encuentra ya a 14,5 puntos del PP en la intención del voto, a pesar de que el PP no hace mucho por mejorar su imagen.

Ya ha logrado usted aprobar los Presupuestos para 2011, con el apoyo del PNV, el mismo partido que pocas horas después le hacía guiños a la gente de ETA, y el que con su ayuda o su silencio, trata de romper el pacto entre su partido y el PP que ha devuelto la serenidad al País Vasco y ha puesto a ETA contra las cuerdas.

Ya han pasado las primarias de Madrid para elegir a quien, con muchas probabilidades, perderá con Esperanza Aguirre, pero el daño interno causado en el partido por su elección tardará en curarse y desde la vieja Federación Socialista de Madrid hasta el PSM de hoy, ya son demasiados años en crisis.

Y otro tanto se puede decir de Cataluña, donde ni Montilla ni Turá parece que puedan hacer algo, después de tanto atar y desatar, de la guerra del Estatuto, de sus pactos con Más.

Parece que, finalmente, no va a hacer cambios en el Gobierno, a pesar de la marcha de Corbacho y que va a seguir con lo que tiene o, mejor dicho, con lo que no tiene, porque hay muchos ministros y ministras que no se sabe si hacen algo.

Usted viene diciendo que las medias que han tomado nos van a sacar de la crisis, aunque la verdad es que España tiene una situación económica “manifiestamente mejorable”, pero sin indicios de mejora, y como le acaba de decir el sucesor de Rato al frente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, “en España queda mucho por hacer”, la crisis ha destapado las debilidades de la economía española y habrá que afrontar más reformas, entre ellas las de las pensiones, aunque usted está dispuesto a “pagar” a los sindicatos dando marcha atrás.

Seguramente está usted preparando nuevas subidas de impuestos y más recortes al gasto público –lo que usted negaba radicalmente no hace mucho, al igual que los recortes sociales- como los que ha anunciado José Blanco.