Zapatero, animado por la banca, da frenazo y marcha atrás a su sucesión

La reunión del sábado con los principales empresarios y banqueros pareció formulada a medida de Zapatero, que ha recibido como maná del cielo el que el principal banquero de este país, Emilio Botín, y el presidente de Telefónica coincidieran en que el abrir el debate sucesorio ahora era algo así como una responsabilidad, tras la caída de Portugal y la posibilidad de que la UE tenga que intervenir. En esa situación, que colocaría a España en el siguiente en la lista, la mejor forma de exorcizar el peligro es un cierre de filas respecto al presidente del Gobierno y que éste cumpla su calendario político y legislativo de reformas económicas, tal y como ha prometido a Angela Merkel en particular y a la UE en general. Ésa es la posición que mantenían, precisamente, destacados zapateristas, que veían con malos ojos el debate interno abierto sobre la sucesión de Zapatero, y no sólo por los compromisos económico-legislativos adquiridos, sino más particularmente por los elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo. La tesis de esos zapateristas de pro, con las que coinciden buena parte de los banqueros y empresarios que Zapatero reunió en Moncloa, aunque no todos, es que la situación de España es demasiado delicada como para, además, añadir elementos de inestabilidad sobre la precaria situación del propio presidente del Gobierno, lo que puede precipitar un nuevo vendaval en los mercados financieros. Es evidente, en ese sentido, que llovería sobre mojado, ya que un anuncio de Zapatero en el Comité Federal abriendo la veda sobre su sucesión es muy negativo de cara a los mercados, que acaban de ver cómo ha caído el primer ministro portugués, José Socrates. Los empresarios piensan –y algunos zapateristas también- que los  mercados encontrarían de esta manera un paralelismo peligroso entre los dos gobiernos. Y recuerdan que si Portugal está en la picota, España le va a la zaga. Así las cosas, no es previsible –según fuentes socialistas- que Zapatero lance en el Comité Federal del próximo sábado, 2 de abril, el mensaje que parecía que tenía preparado para difundir: su decisión sobre su sucesor. Más bien, todo lo contrario: ahora está pensando exigir un apoyo interno tan grande, al menos, como el que ha recibido de empresarios y banqueros. Ese apoyo, precisamente, no ha sentado muy bien en el PP de Mariano Rajoy, que aboga por elecciones anticipadas cuanto antes, seguros de ganarlas. Así, algunos dirigentes populares comentan off the record que detrás del apoyo a Zapatero puede haber otros intereses más particulares que el del bien común. Parece una exageración; o mejor aún, un respirar por la herida, pero la respuesta oficial no deja lugar a dudas: la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, ha contrarrestado los mensajes de La Moncloa asegurando que “los parados” no están de acuerdo con los banqueros y que prefieren que un “Gobierno agotado” dé paso cuanto antes a otro. Es decir, que la inestabilidad lo es porque el propio presidente ofrece una imagen de ‘inestable’. Un mensaje parecido al del PP lo ha ofrecido paralelamente el coordinador de IU, Cayo Lara, para quien los empresarios le han dado a Zapatero “una buena palmada en la espalda y le han dicho que es un buen chico”, pero que lo que se percibe en la clase trabajadora es que Zapatero lo que hace es recortar los derechos sociales y laborales a los trabajadores.   - Lea también: ZP, el 'gran reserva' del PSOE Guiño de Bono a Rubalcaba Fisuras entre Zapatero y José Blanco Rajoy centra su campaña en el debate de caras del PSOE