'El Rafita’, a la calle; Ruiz-Mateos, a la trena

Sandra Palo, una mujer de 22 años con discapacidad psíquica, fue brutalmente asesinada por cuatro chavales en 2003. La violaron, quemaron, atropellaron repetidas veces y la abandonaron en un descampado de la carretera de Toledo . Uno de sus asesinos, Rafael G.F, conocido como 'El Rafita', tan sólo ha cumplido cuatro años de internamiento por ser menor de edad cuando cometió la barbarie.

'El Rafita'  ha salido del centro de menores ‘Renasco’ para dirigirse a un centro en régimen abierto en el que cumplirá tres años de libertad vigilada. La mañana del miércoles la madre de la víctima, María del Mar Bermúdez, se ha acercado al centro para verle la cara a uno de los asesinos de su hija, pero el ya mayor de edad se había ido.

Este martes, 24 horas antes de que 'El Rafita' saliera del centro, la familia de Sandra Palo secundó una concentración en la madrileña Plaza de Chamberí contra la salida de 'El Rafita'  y para reivindicar, una vez más, la reforma estatal de la Ley del Menor para endurecer las penas por delitos graves. El Consejero de Justicia e Interior, Alfredo Prada, también asistió a la manifestación para respaldar la reivindicación de los padres de la joven y homenajear la memoria de la joven.

Junto a 'Rafita', el Juzgado de Menores condenó a J.R.M., conocido como 'El Ramoncín', y a R.F.C., 'El Ramón', a ocho años de internamiento y cinco años de libertad vigilada. Mientras, a Francisco Javier Astorga, 'El Malaguita', se le impuso una pena de 64 años de prisión por participar en el secuestro, violación y asesinato de la joven.