Todos con Rato

Ahora resulta que todos son de Rato. Son hombres y mujeres de Rodrigo, de toda la vida. Algunos te relatan sin venir a cuento como han sido apartados, que no maltratados, por el equipo director del PP que preside, todavía, Mariano Rajoy. Se ha escrito en pocos días más sobre Rodrigo Rato que cuando fue designado presidente del Fondo Monetario Internacional. Su vuelta a la política activa es, digámoslo pronto, como una bocanada de aire para la derecha que no ve a Rajoy con la suficiente fuerza como para ganar las elecciones generales.

    Es un hecho que Rodrigo Rato vuelve a Madrid en septiembre. No tiene problema para subsistir económicamente, ya que con sólo gestionar los negocios familiares le basta y le sobra. Pero seguro que no le faltarán consejos de administración de los que formar parte. Y se integrará en el partido, todavía no se sabe de qué o cómo, pero lógicamente tendrá una participación activa en la estrategia que se diseñe a partir de su llegada a Madrid.

    La última vez que estuvo Rodrigo Rato en olor de multitudes, en Madrid, fue en el hotel Ritz, donde acudió a arropar a su ex jefe de Gabinete Manuel Lamela, entonces consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. A Lamela le entregaron el premio Séneca, otorgado por la Asociación de Periodistas Sanitarios que preside Miguel Angel Martín. Fue un acto, además de emotivo, muy político. Estaban diputados y senadores del PP próximos a Rato, como Mario Mingo.

    En Ferraz, sede del PSOE, el advenimiento de Rato se ve con lógica preocupación. Jose Blanco es consciente de que con Rato el PP puede remontar más de lo normal en unas elecciones generales. A lo mejor esta nueva situación podría pesar lo suficiente, junto con otros argumentos que se han esbozado en el aparato del partido, para adelantar las elecciones al 28 de octubre próximo. En un mes Rato no podría propiciar un congreso extraordinario del PP y nominarse candidato a la Presidencia del Gobierno…