Mi club de jubilados pide desconvocar las elecciones del 20-N
lunes 05 de septiembre de 2011, 00:46h
Ha habido una lamentable unanimidad en la reunión con mis amigos jubilados en la Illa Diagonal: ¿Qué finalidad tiene convocar unas elecciones tan inútiles como las del próximo 20 N? Ante la necesaria política de austeridad ¿no sería más acertado dar por ganadora absoluta a una coalición PP-PSOE y repartir, a voleo, unos cuantos escaños para los partidos inútiles, inaceptables y moscas cojoneras?
Pero quiero incidir en las opiniones de mis amigos:
Quico, el que parece que nunca entiende nada, estalla: Que se voten ellos. ¿Para qué sirve una Constitución que hace quince días era inamovible y hoy la cambian de un plumazo? ¿Para que sirve un Estatut si se lo cargan cómo y cuando quieren?
Paco, el anticlerical, está convencido que España no tiene remedio y se pregunta por qué no se reúnen en la Puerta del Sol un representante del PP, otro del PSOE y un tercero de la Conferencia Episcopal y, a modo de referéndum nacional, decidan de una vez por todas implantar de nuevo la democracia vertical, única dentro de la que en un futuro parece se podrá españolear.
Y naturalmente está la opinión de Edu, el del Barça, que patalea: ¿Y qué pinta el PSC, siempre obediente a la sombra de su sombrilla?
Como pueden ver esto se asemeja bastante a alguna de las encuestas que en estos días realizan con frecuencia algunos medios de desinformación. Como “encuestador” aficionado sólo me queda agradecer al señor Duran i Lleida su acertada intervención parlamentaria aunque sea como predicar en el desierto y recordar al señor Chaves aquello de “manda huevos” de su opositor y ahora compañero y asegurarle que no es necesario pida a Catalunya más generosidad, sensibilidad y responsabilidad (prensa de 31 agosto del año en curso). Esto quizás sería más justo pedirlo a otras Comunidades Autónomas.
Aunque parezca que mi grupo de amigos se lo tome a guasa, la triste realidad es que da pena haber llegado a esta situación y asusta pensar que tenemos que seguir con ellos ya que fueron, en su día, democráticamente elegidos por el pueblo.