Estamos en campaña electoral, no es ningún secreto, y por tanto los ministros se dedican a desgranar proyectos que contenten a los ciudadanos. Algunos de estos proyectos son espectaculares, como el reciente anuncio del ministro de Sanidad,
Bernat Soria, asegurando que los niños de entre siete y quince años recibirán atención dental gratis.
Una medida naturalmente bien recibida por los ciudadanos, porque todos sabemos lo que cuesta ir al dentista. No hay nadie que no esté satisfecho por ese compromiso del Gobierno, es más, personalmente, prefiero que el ministro Bernat Soria se dedique a intentar cuidar de la salud de los ciudadanos en vez de fomentar debates que no están en la opinión pública, y que dividen, como es la eutanasia.
Pero resulta que esta propuesta de gratuidad en la atención dental de los niños; como esas viviendas que se van a construir en Andalucía para todos aquellos que cobren menos de 3.000 euros; o ese paquete de medidas fiscales para ayudar a los jóvenes a acceder a una vivienda que pretende la ministra Chacón; o las ayudas para los recién nacidos, las pagamos todos de nuestros impuestos, y todas ellas han sido recibidas con estupor y criticas veladas por parte del vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes.
Si hay algo que los ciudadanos tenemos claro es que Solbes sabe de Economía, y que fue él quién puso las bases de ese periodo de bonanza económica que posteriormente administró Rodrigo Rato, y que de nuevo ha vuelto a administrar el propio Solbes. De manera que, a todos nos debería de preocupar, y mucho, la inquietud expresada por el vicepresidente cada vez que un ministro, y el propio Zapatero, en el fervor de la batalla electoral, prometen hacer tal o cual cosa (con nuestros impuestos, no se olviden).
Es un secreto a voces que Pedro Solbes no estará en el próximo Gobierno si es que Zapatero gana las elecciones. Como han sido constantes los rumores a los largo de la legislatura de su incomodidad en el Gobierno, entre otras cosas, por la 'política' realizada por Miguel Sebastián cuando fue responsable de la Oficina Económica del Presidente. Quizá por eso en las filas socialistas son muchos los que creen que, si Zapatero repite, Miguel Sebastián estará en su Gobierno, quién sabe si en el puesto de Solbes.
El caso es que el presidente Zapatero y sus ministros no dejan de hacer promesas a cual más espectacular y Pedro Solbes sólo hace que expresar sus dudas sobre su viabilidad. Supongo que debe de pensar que para lo que le queda en el convento mejor expresar en voz alta lo que piensa. Desde luego, resulta preocupante y pintoresco que los ministros anuncien proyectos de los que el vicepresidente económico no parece saber nada, y mucho menos haberlos cuantificado para los próximos Presupuestos Generales del Estado, de manera que ¿cómo van a llevarlos a la realidad?.
Esto debería de llevar a los ciudadanos a preguntarnos si nos están engañando, si esas propuestas electorales de Zapatero y sus ministros son sólo humo de colores o si en caso de llevarlas a la práctica van a tener un coste inasumible para nuestra economía, y por tanto, para el bolsillo de los contribuyentes.
Ya está bien que en campaña los políticos, de todos los colores, prometan y prometan, tratándonos a los ciudadanos como si fuéramos unos incautos. Claro que queremos que el Estado, o sea, nuestros impuestos, se dediquen entre otras cosas a facilitar la salud dental de nuestros hijos, y que todos los mileuristas tengan acceso a una vivienda, y que cada niño que nace traiga, no un pan y dos mil euros, sino mucho más, pero ¿nos lo podemos permitir?.
Al parecer el vicepresidente económico Pedro Solbes lo duda, y eso nos debe de llevar a desconfiar de esos anuncios hechos por Zapatero y los ministros, porque de verdad, de verdad, el que sabe de Economía, es Pedro Solbes. Que no nos engañen y nos digan como van a hacerlo y por qué el vicepresidente no lo cree posible.