Cobarde, mentiroso y peligrosamente negligente

Francesco Schettino quería llamar la atención y lo logró... se ha convertido en el im-presentable protagonista de una tragedia que se ha cobrado la vida de al menos 11 personas y que puso en peligro la de otros 4.000 viajeros.

El capitán del crucero Costa Concordia de Costa Cruceros se salió de la ruta para emular al histórico capitán de Costa Crociere, Mario Palombo, que se acercaba al islote para "saludar"  a su familia, pero Schettino no calculó bien y encalló en las rocas.

Pero lo peor estaba por venir. La decisión ya de por sí negligente de redirigir el barco hacia la costa salió caro, pero Schettino fue más allá. Huyó del buque al poco tiempo de comenzar la evacuación abandonando a su suerte a las miles de personas que vivían momentos de pánico y no contento con ello, mintió deliberadamente al oficial de guardia de la Capitanía que tomó el mando del rescate desde tierra asegurando que él no había salido del crucero, tal y como se desprende de las conversaciones grabadas entre el capitán y la guardia costera. En la misma línea, cuando los agentes de la Guardia Costera la preguntaron cuántos pasajeros quedaban a bordo alrededor de las 00.30 y él respondió que habían sido evacuadas unas 4.000 personas cuando apenas había dejado el crucero unas 40. Mentiras cobardes que únicamente podían entorpecer una labor de rescate, que como capitán del navío debió encabezar y no boicotear. Schettino puede ser condenado ahora a 15 años de cárcel y ahora ante la policía vuelve a cambiar de versión, asegurando que él nunca abandonó el barco. ¿Puede oler peor este caso?



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