Las contrarreformas del Gobierno de Rajoy

Simplemente una enumeración, eso sí, destacada en su portada, hace este jueves el diario El País  sobre las que denomina "avalancha de contrarreformas del Gobierno de Rajoy".  Algunas de estas contrarreformas, o rectificaciones, o cambio de actitudes, ya han venido observándose en estos comentarios de cada día, y obviamente,  las cuatro que menciona El País no son  las únicas de las que ya están en marcha, pero todas ellas, como anuncio, se produjeron este miércoles. A saber: Mato, en Sanidad, abre la puerta al copago sanitario y a la revisión de la píldora del día después. Gallar´don, en Justicia, anuncia que las bodas y los divorcios podrán realizarse ante notario; Arias Cañete, en Medio Ambiente, anuncia cambios en la normativa medioambiental, incluidos trasvases y calidad del aire. Y Wert, en Educación, recurre a un ejemplo falso de adoctrinamiento para desvirtuar la Educación para la Ciudadanía cuyo fin ya ha anunciado...  De anuncios de parecida notoriedad han hecho gala, prácticamente, todos pos restantes miembros del Gobierno, en sus primeras presentaciones públicas, generalmente ante la correspondiente comisión del Congreso de los Diputados: García Margallo anuncia la vuelta a la mesa de negociación con Londres sobre la soberanía de Gibraltar;  Montoro y Guindos han abundado en detalles sobre los ajustes, particularmente en las cuentas autonómicas, y sobre las fusiones bancarias que deberán realizarse con una cierta urgencia; Fátima Báñez muestra su confianza, pese a todo, en que la reforma laboral que prepara tendrá apoyo masivo de la ciudadanía, pese al miedo expresado por Rajoy de que traiga consigo una huelga general, Soria, en Industria, decide una moratoria al desarrollo de las energías renovables, Fernández, en Interior, procede a destituir a los mandos policiales y adopta una posición de mayor firmeza contra Amaiur y ETA...

Ciertamente, se ha cambiado el Gobierno, y se está procediendo, al mismo tiempo, al "vuelco" que cabía prever, o acaso algo más...  ¿Quedará alguna huella de lo que decidieron los socialistas en los siete años anteriores? De momento, se mantiene en su cargo el director general de Tráfico, y probablemente pocos "mandos" más. Y aún nadie ha tocado, pero no es improbable que lo hagan, la rectificación en materia de "matrimonios" gays. Tampoco han vuelto a recordarse, de momento, los detalles del episodio Faisán, ahora ya con responsables policiales "de confianza"... Este miércoles se anunció, y luego quedó entre nieblas, la designación de Federico Trillo como nuevo embajador en Washington. Hace unos pocos días el ministro Margallo había anunciado su propósito de designar a diplomáticos de carrera para la representación de nuestro país en el extranjero.

No hay duda de que, con el comienzo del año 2012, asistimos a toda una contrarevolución, o contrarreforma, o actitud de rectificar todo lo que no gustaba del "régimen" anterior. Y cada ministro se ha detenido en "lo suyo", lo que le corresponde a su cartera ministerial, para hacer visible lo antes posible los cambios que, según entienden, decidieron los españoles en las elecciones generales de noviembre, y anteriormente, las autonómicas de mayo, concluidas con resultados en el mismo sentido de "vuelco" y rectificación profunda.

No es improbable que el ciudadano está contemplando el nuevo panorama con una cierta satisfacción, o acaso con indiferencia. En algunos casos, también, con estupor. Lo que más quisieran ver modificado, las cifras y tendencia del número de parados, eso no ha empezado a cambiar, tal vez en espera del milagro y bálsamo que se espera en la reforma laboral. De momento, ese grandísimo cambio que todos deseamos, fruto de la confianza, según reiteraban Rajoy, Santamaría y  Dolores de Cospedal, eso irá para más lejos. Lamentablemente, para bastante más lejos. Pero en los asuntos menores, e incluso intrascendentes, ¿por qué no proceder a rectificar cuando antes?