viernes 27 de abril de 2012, 08:55h
Un amigo mío confía en que el probable triunfo del
francés François Hollande permita
"doblegar a los mercados", como si éstos fuesen unos tipos siniestros a los que
habría que enchironar.
Muchos
progres como él parecen ignorar que los mercados financieros existen porque hay
quienes necesitan dinero y le piden el suyo a quienes han sabido ahorrarlo. Lo razonaba
muy bien hace años otro socialista, Javier
Solana, al explicar que los jubilados japoneses, por ejemplo, buscan la mayor
rentabilidad de sus ahorros mediante unos gigantescos fondos que mueven los
tipos de interés en un sentido u otro.
Claro
que si el Gobierno español -y el griego y el italiano y todos los demás- no pidiese
cada mañana dinero a los prestamistas ni habría mercados financieros ni la
madre que los parió.
Por eso, ignorar a los mercados -y, pero aun, intentar
"doblegarlos" - es un ejercicio tan inútil como oponerse a la ley de la
gravedad.
Lo que Hollande y otros bienintencionados congéneres
pretenden es seguir gastando como antes en una loca carrera que sólo conduce al
fin del estado de bienestar. ¿O es que los griegos vivirían mejor de no haber logrado
el rescate financiero internacional? ¿Acaso ellos y nosotros seguiríamos disfrutando
indefinidamente de unos beneficios sociales que no podemos costear? ¿Y qué
culpan tienen de nuestros dispendios los pobres pensionistas japoneses y los
pequeños ahorradores de Singapur o de Badajoz?
Así que no hay otra que atarse los machos. Lo que sí se
puede -y se debe- es pedir a Rajoy, Merkel y compañía que aten más corto a
quienes más lo merecen y no al revés. Todo lo demás sólo sirve para desviar la
atención de nuestro irresponsable derroche colectivo.
Diplomado en la Universidad de Stanford, lleva escribiendo casi cuarenta años. Sus artículos han aparecido en la mayor parte de los diarios españoles, en la revista italiana Terzo Mondo y en el periódico Noticias del Mundo de Nueva York.
Entre otros cargos, ha sido director de El Periódico de Barcelona, El Adelanto de Salamanca, y la edición de ABC en la Comunidad Valenciana, así como director general de publicaciones del Grupo Zeta y asesor de varias empresas de comunicación.
En los últimos años, ha alternado sus colaboraciones en prensa, radio y televisión con la literatura, habiendo obtenido varios premios en ambas labores, entre ellos el nacional de periodismo gastronómico Álvaro Cunqueiro (2004), el de Novela Corta Ategua (2005) y el de periodismo social de la Comunidad Valenciana, Convivir (2006).
|
|
|
|