El PP nos entretiene

Tanta tranquilidad asusta y por eso el PP ha optado por entretener al personal, y a la oposición parlamentaria en la Asamblea de Madrid, con cuestiones formales que son, sin duda,  maniobras de despiste que  pretenden hacer bueno el  viejo proverbio chino que dice que “cuando el dedo señala la Luna los tontos miran el dedo”.

Después de conocer la dimisión del director general de Radio Televisión Madrid, Manuel Soriano (por razones de salud, según algunos; por mandato de su amiga la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a juicio de otros; o porque se puede celebrar dentro de nada el juicio oral por las denuncias de una empleada por presunto acoso sexual, en opinión de los demás), el PP puso en marcha maniobras de distracción consistentes en centrar la atención, no en la cuestión de la reestructuración del Consejo de Administración del ente público televisivo, sino en una convocatoria extraordinaria de la Junta de Portavoces del Legislativo autonómico para incluir en el próximo pleno parlamentario el nombramiento de Soriano como vocal del órgano directivo de Telemadrid,  con el sano objetivo de posibilitar que sea designado posteriormente presidente de RTVM, en agradecimiento a  los servicios prestados y por su gestión duramente criticada por casi todos menos por los que le nombraron.

La oposición, realmente enojada por ser ninguneada,  no acudió a esta cita en la que trataron lo de Soriano y la elección de los diputados que defenderán en el Congreso de los Diputados la modificación de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), al considerar que se podría haber realizado esa gestión en la reunión semanal de los portavoces parlamentarios, un día antes. Los representantes del PSM e IU acusaron a derecha parlamentaria de olvido y de no hacer sus deberes en tiempo y forma. El PP no se despistó, sino que lo hizo a propósito para que todos miremos el dedo (las formas) y no la Luna (el fondo de la cuestión).

El PSM e IU siguieron la pista falsa y secundaron las maniobras de distracción organizadas contra ellos para que hablaran de lo secundario y no de lo principal. El PP ha tenido que cargarse  a la vocal Angeles Alarcó, ex esposa de Rodrigo Rato, para que Soriano ocupe su puesto y dejar de directivo raso al hasta hace nada presidente del Consejo de Administración de RTVM, Ramón González de Amezúa, presidente de la Real academia de San Fernando, para que el dimitido director general ocupe la Presidencia del citado órgano. De la nueva directora general, Isabel Linares Liébana, sabemos poco más allá de que es una eficiente empresaria que trabajaba en la Fundación Sanitas y que antes fue directiva de IBM.

El deseo de muchos es que consiga que la televisión pública madrileña no sea sólo el órgano de expresión de los que tienen una visión sesgada de lo que acontece en la política madrileña y española, dejando a los pocos o muchos espectadores de esta tele sin saber lo que dicen los que ven la realidad política desde otro prisma. Ambas realidades deberían llegar a los ciudadanos, para que ellos puedan decidir libremente con qué opción se quedan.