Mucha hamburguesa y 'hot dog' y poca gente VIP en la embajada de los 'States'

La fiesta este año pretendía hacer un homenaje al viejo oeste y se pedía expresamente en la invitación que se acudiera (si se quería, obviamente) con los colores de la bandera norteamericana, a saber: blanco, azul y rojo. Servidora es muy cumplidora con el dress code y cumplí con los tres colores. Pero no fui la única. Andaba por allí Soraya Sáez de Santamaría con su marido (el campechano, un encanto, de verdad) que iba con un vestido blanco con unos pliegues ideales laterales. Su marido, me dijo, “es un homenaje a la estatua de la libertad”. Soraya me pidió que esto no lo pusiera, pero claro, esto es pedir demasiado a una canapera cotilla como yo. La que pasó de dress code fue Elena Salgado. La ministra que prohibió el tabaco y a punto estuvo de ponernos a dieta a toda la población española vía decreto ley, fue de rosa. Bebió agua (con gas, para más señas), por supuesto no fumó y se debió de quedar espantada con el olor que emanaban los chiringuitos de hamburguesas. Ella, que hizo una cruzada contra la Big mac…pobre, lo que se tiene que sufrir siendo ministra.

Quién of course cumplió con el homenaje al oeste americano fue el embajador, Eduardo Aguirre. Les describo para que no pierdan detalle: gorro texano, vaqueros y botas como las que usa Bush cuando está en su rancho. Eso sí que es amor a la patria. ¿Se imaginan al embajador de España en, pongamos un ejemplo, París, vestido de torero ya su señora de faralaes para homenajear a nuestra querida patria? Pónganse en situación: saludando a Sarkozy y a Carla Bruni. Pues anda que no tendría coña, no me digan. Escuché un comentario maligno de una pija que andaba perdida por allí: “¿De qué va disfrazado?”, preguntó. Su amiga (otra pija) le corrigió: “No es un disfraz, es un traje regional”. Pues lo hemos arreglado.

Disfraz o no, la verdad es que el nivel de los asistentes era…muy americano. Lo mejor de la fiesta del embajador es cuando suena el himno americano. Sabes quién es american citizen porque cuando éste suena, ellos se ponen la mano derecha sobre el pecho. Igualito que los españoles, vaya.

Me tuve que salir corriendo porque tenía otro evento más spanish: la presentación de los nuevos laboratorios de Frida Dorsch. Frida es una señora estupenda que hace años sufría problemas en su piel y decidió investigar y de tanto esfuerzo creó su propia línea de cosméticos. Tiene unas hijas estupendas y encantadoras, una de ellas, Cristina Márquez Dorsch, tiene una línea de joyas llamada Ni pío joyas que vende por Internet. Al llegar a la fiesta entendí por qué en la fiesta de la embajada no había gente híper mega fashion: estaban todos en la fiesta de Frida. Como tiene que ser.