Además de aumentar el número de escoltas, Sánchez contó con un equipamiento llamativo para garantizar su seguridad.
A su paso por la Jefatura Superior de Policía de Barcelona y los Hospitales Sagrat Cor y Sant Pau, Sánchez se dejó ver bien protegido.
La escolta de Sánchez portaba maletines blindados de diseño ejecutivo similares a los que sirvieron de escudo el año pasado al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, cuando sufrió un atentado con drones. Entonces su rápido despliegue permitió crear una rápida barrera protectora.
Asimismo, sus escoltas portaban un paraguas blindado y un subfusil de asalto MP-5, del que dio cuenta muy crítico el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, en sus redes sociales.