Unasur destaca como un actor relevante en la región

En la sede de la ONU, en Nueva York, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, reunió a seis presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) -integrada por doce países suramericanos- para revisar las gestiones realizadas y desactivar el conflicto entre opositores autonomistas y el Gobierno de Evo Morales.

El jefe de Estado boliviano agradeció el respaldo de Unasur a su Gobierno con la "Declaración de la Moneda" adoptada en una Cumbre extraordinaria el 15 de septiembre en Chile, porque favoreció el diálogo y relajó las tensiones con sus adversarios políticos.

Bachelet dijo a la prensa al término del encuentro de poco más de una hora, que Unasur “ha demostrado una vez más ser un instrumento poderoso de integración y solución de los problemas”, añadiendo que “el multilateralismo puede ser sinónimo de eficiencia y de rapidez cuando las circunstancias así lo ameritan”.

La mandataria resaltó que “dentro de la diversidad y de diferencias que puedan existir legítimamente entre distintos proyectos políticos, entre los distintos países, hemos sido capaces, con rapidez, con eficiencia y con efectividad, de dar una respuesta a un tema cual es la amenaza a la democracia en nuestra región”. Agregó que Unasur “no quiere ser una institución que reemplace a otras; por el contrario, la entendemos como complementaria”.

La presidenta chilena decidió además aplazar la reunión programada para el 21 de octubre en la ciudad de Viña del Mar, porque sería la tercera cumbre en un mes, y esperar para realizar un nuevo encuentro a finales de año, aprovechando otras citas internacionales.

En dicha reunión se deberán tomar tres importantes definiciones: primero, designar al secretario general de Unasur, segundo, aprobar las distintas comisiones, e instar a continuar aprobando los tratados constitutivos de Unasur.

Los líderes latinoamericanos se verán próximamente con motivo de la Cumbre Iberoamericana a finales de octubre en San Salvador y en diciembre en una cumbre de Mercosur en Salvador de Bahía (Brasil).

En la reunión cumbre de Unasur participaron los mandatarios de Bolivia, Evo Morales; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; Colombia, Álvaro Uribe; Argentina, Cristina Kirchner; y Paraguay, Fernando Lugo, además de representantes del resto de los países de Sudamérica.

El canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, dijo que la reunión del miércoles de Unasur demostró que "más allá de la retórica hay consensos muy claros compartidos" y que este grupo tiene "una vitalidad novedosa".

El canciller peruano negó que Unasur esté en contradicción con otros grupos regionales latinoamericanos como el Grupo de Río, Mercosur o la Comunidad Andina.

Durante la Asamblea de la ONU, varios presidentes latinoamericanos destacaron la fuerza que toma Unasur como foro político en el que Latinoamérica resuelve sus propios problemas, sin tutelas desde el exterior.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, dijo el martes que en América del Sur los gobiernos han "podido dar ejemplo de cómo se construye un multilateralismo, a pesar de las diferencias entre los países".

También, el jefe de Estado paraguayo, Fernando Lugo, subrayó que su Gobierno ha sido protagonista de "un hecho histórico de solidaridad" entre los pueblos democráticos de América Latina, al responder de forma rápida en defensa de gobiernos electos como es el caso de Bolivia en el contexto de Unasur.

Evo Morales consideró que Unasur "ya no es una sigla, sino una realidad, que se ha gestionado para liberar a Sudamérica, que no sea el patio trasero del imperio y para resolver los problemas internos".

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que la nueva unión política (Unasur) coordinará a los países de la región en términos de infraestructura, energía, políticas sociales, complementariedad de producción, finanzas y defensa.