“Prudencia” de los medios para analizar y evaluar el debate McCain/Obama

Muchos, millones hemos estado pendientes de este primer debate entre los candidatos a la Casa Blanca, el republicano John McCain y el demócrata Barack Obama, y que tuvo como escenario Oxford, Mississippi.

El debate ha seguido a una turbulenta semana en la que debemos recordar que John McCain suspendió temporalmente su campaña y se dedicó a estudiar la crisis financiera, pidiéndole a Obama posponer el debate,, algo que el demócrata  rechazó.

Desde antes de su realización, se informó que el debate estaría enfocado a asuntos de política exterior y seguridad nacional, y por supuesto a la crisis financiera que atrapa la atención y la preocupación del gobierno, del Congreso y de ambas campañas presidenciales.

Los participantes en este debate –McCain y Obama- tuvieron con seguridad muy presente durante el desarrollo del debate que el Congreso concluiría este fin de semana un acuerdo para elaborar lo que han dado a llamar “paquete de rescate financiero”, paquete que lo ha pedido el propio presidente George W. Bush, que ve en él la manera –cuidado sino la única- de cubrir la deuda hipotecaria de bancos e instituciones financieras.

Pero centrémonos en la prensa estadounidense y mundial, y veremos como la mayoría de los diarios –al menos los de Norteamérica- brindaron este sábado un prudente análisis del primer debate en esa recta final de la carrera por la Casa Blanca, donde el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, están muy pero muy iguales… por lo que pienso que eso motiva que a ninguno de los dos se le dé  como claro ganador.

Los periódicos coinciden en reseñar que este primer debate televisivo entre los candidatos a suceder a George W. Bush en la Casa Blanca fue sereno y significó un alivio a las tensiones… The New York Times concretamente dijo: "El Debate ofreció en general un alivio a lo desagradable de la campaña" y muchos coinciden en asegurar que más allá de algunos ataques, el tono tanto de McCain como de Obama fue civilizado y cordial.

También The New York Times  señaló: "Los estadounidenses pudieron ver algunas diferencias claras sobre las visiones de los candidatos para corregir las normativas desastrosas que condujeron a la crisis en Wall Street crisis, con respecto a los impuestos y en cómo manejar las guerras de Irak y de Afganistán"

Y aunque consideró –nada raro- que Obama "dominó claramente la parte del debate sobre economía", el editorial del gran diario neoyorquino sorteó adjudicar al senador y candidato demócrata una victoria en esta pugna televisiva. 

Imposible no reseñar lo dicho por The Washington Post que en su editorial se dedicó a las coincidencias, resaltando: "Salvo por algunos matices, ambos candidatos básicamente tienen las mismas ideas para combatir los programas nucleares iraní y norcoreano, enfrentar las agresivas acciones de Rusia con sus vecinos, desarrollar la guerra en Afganistán y para hacer avanzar el proceso de paz en Medio Oriente".

Pero en contraposición hay que resaltar que el Chicago Tribune se pronunció por uno de los dos y reseñó a McCain como el que logró imponerse a su adversario –Obama-  en este primer debate de tres que están previstos en esta etapa de la Campaña Electoral de los Estados Unidos que finaliza con las elecciones del 4 de noviembre.

Para el Wall Street Journal, este debate de los pretendientes a la Casa Blanca se desenvolvió sin novedades, tal como estaba previsto. "Ningún candidato se salió de los temas previstos, ninguno metió la pata, y ambos ganaron en los temas en los que se manejan con más seguridad: John McCain en política exterior y Barack Obama en asuntos internos", estimó el diario.

Y como coincido con el Chicago Tribune debo decir que como ese prestigioso periódico de la Ciudad de los Vientos también consideró ganador "en cierta forma" al candidato republicano. Suscribo así lo que expresó su editorialista: "El grueso del debate del viernes de noche tuvo lugar en el terreno que McCain conoce mejor: los asuntos exteriores y campañas militares. Eso fue notorio"

¡También lo creo! ¿Y usted mi amigo lector?

Rebeca Levy
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