El presunto inductor de la masacre del 11-M en Madrid Youssef Belhadj negó que sea "Abu Duhana", el portavoz de Al Qaeda en Europa, durante la segunda sesión del juicio por los atentados que se celebra en el pabellón de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo, en Madrid. Según la Fiscalía, Belhadj fue quien apuntó a la célula terrorista que cometió los ataques la fecha del 11 de marzo de 2004.
Al igual que hiciera ayer otro de los presuntos jefes ideológicos de los terroristas, Rabei Osman El Sayed, "Mohamed El Egipcio", Belhadj negó cualquier relación con los atentados del 11-M, que condenó junto a "todos los atentados en el mundo". "Estoy en contra de cualquier forma de violencia", afirmó.
Belhadj, para quien el Ministerio Público solicita una pena de 38.656 años de cárcel, se negó a contestar a las preguntas de la fiscal Olga Sánchez y del resto de acusaciones y defensas personadas en la vista, con excepción de su abogado.
Belhadj, que se describió a sí mismo como "un musulman normal", negó todas las acusaciones que se vierten contra él en el escrito de la Fiscalía, como que fuera el que puso la voz en la grabación reivindicativa de los atentados que apareció en una papelera junto a la mezquita de la M-30, días después del ataque.
El acusado negó igualmente haber tenido relación alguna con Osama Bin Laden, haberse entrenado con "muyahidines" o haber reclutado a personas para la "yihad" en Irak o Afganistán.
Sobre "Abu Duhana", dice que escuchó este nombre por primera vez tras ser detenido en Bélgica, de boca de las autoridades españolas que acudieron para tramitar su entrega a nuestro país. Añadió que desconoce el mensaje de Bin Laden de octubre de 2003, en el que el líder terrorista señala a España como objetivo de sus ataques.
Durante el interrogatorio que le realizó su abogado defensor, negó igualmente que le dijera a su sobrino Mohamed Moussaten (también procesado en esta causa), que él pertenecía a Al Qaeda y que tenía previsto viajar a Afganistán para hacer la "yihad", ni que recaudara dinero para estos fines. "No es cierto", afirmó ante los magistrados.
En cuanto a las razones de que su sobrino dijera estas cosas, señaló que la detención de Moussaten causó el arresto de toda su familia, y que fueron insultados y pegados por la Policía. "Si yo hubiera tenido 30 años, como mi sobrino, lo hubiera dicho también", afirmó.
Relación con otros acusados
Preguntado por el presunto autor material de los atentados Abdelmajid Bouchar, dijo que es su amigo, mientras a que Mohamed Afalah (implicado en el 11-M huído y que presuntamente se suicidó en un ataque terrorista en Irak), que le conocía de vista de la mezquita de Madrid . Dijo también que no sabe nada de una revista en la que se explicaba como manipular un teléfono para activar un explosivo, y tampoco conoce a otros presuntos autores con los que le relaciona la Fiscalía.
Sobre las mezquitas que visitaba, en Alcorcón o Leganés, Belhadj dijo que no mantenía un contacto especial con ninguno de sus imanes. En cuanto al uso de Internet, afirmó que lo solía utilizar en casa de su hermana, pero ni allí ni en cibercafés consultó páginas de contenido integrista.
Viajes a España
A lo largo de su declaración explicó que partió de su país de origen, Marruecos, en septiembre de 2000 y se fue a Bélgica porque tenía allí a cinco hermanos y disponía de visado, por lo que su entrada en Europa fue legal. Allí trabajó en un puesto de patatas fritas.
Belhadj explicó ante el tribunal que le juzga que viajó en un total de tres ocasiones a España antes de ser detenido, en 2000, 2002 y 2004. En la primera ocasión lo hizo porque una hermana estaba siendo tratada en un hospital español, y la visitó durante una semana.
En el verano de 2002, según Belhadj, el viaje a España se debió a su interés en conseguir la residencia en nuestro país, porque el visado que tenía para permanecer en Bélgica sólo era de tres meses y este plazo ya se había agotado. En España obtener los papeles era más difícil que en Bélgica, porque allí sólo podría hacerlo por reagrupación familiar o matrimonio, aunque aquí bastaba con tener contrato de trabajo.
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