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El Fadual, récord de 'polémica' en los interrogatorios del Juicio 11-M

El Fadual, récord de 'polémica' en los interrogatorios del Juicio 11-M

· Aseguró que fue "torturado" en el interrogatorio en el que declaró haber participado
· 'El Conejo', acorralado por las pruebas, se escudó en que no sabía lo que se tramaba

miércoles 21 de febrero de 2007, 15:00h
En sesión matutina del Juicio del 11-M ha sido turno para dos supuestos colaboradores acusados de integración en banda terrorista. El primero de ellos, Rachid Aglif, alias El Conejo, acorralado por las pruebas incriminatorias, sólo pudo decir que desconocía si se habló de explosivos en las reuniones a las que reconoció haber asisitido. Por su parte, un nervioso Abdelilah El Fadual aseguró haber declarado en su día que participó en los atentados para evitar ser "torturado" por los policías. Testimonio de El Conejo>> /

   El presunto terrorista Abdelmajid El Faldual El Akil reconoció este miércoles ante la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional, que juzga los atentados del 11-M, que en el interrogatorio posterior a su detención declaró incluso haber colaborado a poner las mochilas con las bombas en los trenes que explotaron en los atentados. Pero, muy nervioso, explicó que parte de esa confesión fue para evitar ser "torturado" por los policías que le custodiaban y que también fue fruto de errores por estar muy presionado.

   Asimismo, reconoció haberle comprado a Jamal Ahmidan, "El Chino", uno de los terroristas que se suicidaron en Leganés, un Volkswagen Golf que recogió el 1 de marzo de 2004 en la finca de Morata de Tajuña (Madrid), donde según la investigación se prepararon las mochilas-bombas. Además, proporcionó a "El Chino" un BMW que condujo hasta Madrid desde Ceuta.

   En la alfombrilla del maletero del Golf se detectaron posteriormente restos de explosivos lo que podría indicar que fue el vehículo utilizado para el transporte de dinamita desde Asturias a Madrid. No obstante, el acusado negó conocer la procedencia de estos restos y se limitó a señalar que Ahmidan había utilizado el coche para "sus cosas" en el pasado. Dijo además que si hubiera utilizado el maletero para esos fines "hubiera comprado una alfombrilla nueva".

  Según el escrito de acusación de la Fiscalía, El Fadual intervino en las labores de acondicionamiento de la finca de Morata de Tajuña donde se almacenaron los explosivos utilizados en los atentados y envió a una persona de su confianza, Otman El Ghanoui, para ayudar en las obras de reforma de la casa. Le acusa también de facilitar documentación falsa a Ahmidan y de colaborar en la financiación de la célula a través del tráfico de drogas. Está acusado del delito de pertenencia a organización terrorista para el que la fiscal Olga Sánchez solicita un total de 12 años de prisión.

  Sobre el BMW comprado por encargo de "El Chino" en Ceuta (con objeto de utilizarlo también para el transporte de explosivos) El Fadual reconoció que antes de entregarlo en Madrid tuvo que llevarlo a arreglar porque tenía los parachoques y los espejos rotos, y además sufrió un incidente durante el viaje, porque en una gasolinera le llenaron el depósito con gasolina, en lugar de con gasóleo. El relato de esta anécdota se prolongó durante varios minutos.

  Durante su declaración ante el tribunal, El Fadual El Akil utilizó un castellano muy deficiente y contestó de forma confusa, con largos circuloquios a las preguntas de la fiscal Olga Sánchez, que tomó el relevo a su compañero Carlos Bautista. Su forma de expresarse, relatando largas anécdotas personales antes de contestar a asuntos concretos, le valió una reprimenda por parte del presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez. Después de la llamada de atención, el acusado se disculpó en varias ocasiones antes de declarar con expresiones como "si hablo ese señor se enfada conmigo", en referencia al presidente del tribunal.

  Por otra parte reconoció que el día en que se produjeron los atentados recibió una llamada de otro de los procesados Mohamed Slimane que se realizó a través de un móvil desde la vivienda de Morata de Tajuña. Explicó que éste se puso en contacto con él para preguntarle si tenía el teléfono de Jamal Ahmidan. En cuanto a las más de 100 llamadas que intercambiaron entre enero y febrero de 2004 el acusado y "El Chino", indicó que no llamó "tanto" y que si recibía llamadas de Ahmidan estaban relacionadas con problemas relacionados con el coche que había adquirido. "En ocasiones no cogía el teléfono, sobre todo si iba conduciendo para que no me pusieran multas la Guardia Civil", añadió.


Miedo por Bin Laden

  El procesado reconoció haber visto a los hermanos Mohamed y Rachid Orlad Akcha, -quienes se suicidaron en Leganés- en su piso del madrileño de Villaverde, a los que quería vender ropa, y que en esos momentos ellos veían en el ordenador "imágenes de Bin Laden", y que eso le dio miedo.. "Ellos dijeron ja, ja, ja porque yo estaba asustado y les dije que eso era delito", afirmó ante la Sala. El Fadual El Akil quien se declaró inocente al iniciar su declaración, dijo que vive en España desde 1995 que en Marruecos le llaman "Roma" porque vendía ropa italiana. No obstante, reconoce que, por su baja estatura, aquí le han llamado "enano" y "niño". También reconoció haber vivido en Marruecos.

  A preguntas de su abogado, José Luis Laso, El Fadoual indicó que no era una persona religiosa, ya que sólo reza "en los momentos difíciles". Afirmó que nunca tuvo ordenador, aunque le regaló uno a la hija de su mujer, de nueve años, que no tiene conexión a Internet porque lo compró "muy barato". También negó saber qué es el Salafismo y describió la "yihad", como "trabajar por los hijos", tal y como le explicó su padre, y añadió que "El Chino" nunca le habló de los atentados. Negó cualquier vinculación con la masacre del 11-M y añadió que su vinculación ha destrozado su vida personal y familiar.

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