Iriondo, tan sanguinario como ‘Txeroki’ y ‘reinventor’ del tiro en la nuca

         Aitzol Iriondo era y es un gran conocido por la policía francesa: ha sido juzgado en rebeldía en Francia nada menos que en dos ocasiones. Su perfil es el de un sanguinario tan grande, al menos, como ‘Txeroki’, y con pocas tan pocas ‘luces’ como él, pero más torpe: de su biografía criminal cabe relatar que antes de huir a Francia (octubre de 2002) tras la desarticulación del 'talde' 'K-Zelatun' de apoyo al 'comando Donosti', Aitzol Iriondo había sido detenido en dos ocasiones. ¿Por qué quedó libre un personaje tan siniestro?

         La primera detención se produjo en 1994 tras los incidentes registrados en San Sebastián en protesta por la muerte del presunto etarra José María Igerategi, quien había fallecido, como otros, al explotar la bomba que transportaba. Era entonces un acto de ‘kale borroka’ y a estas alturas nadie puede dudar ya que la ‘guerrilla urbana’ abertzale está ordenada directamente desde la dirección de ETA. La segunda detención se produjo Fue 2002, también durante otra operación contra la kale borroka por la Ertzaintza: fue puesto en libertad porque a quién realmente se buscaba era a su hermano.

         A ‘Gurbitz’, quemado ya en la lucha callejera de los proetarras, sólo le quedaba la evasión a Francia. Tras el paso de la ‘muga’, Iriondo se integró plenamente en la estructura de ETA. Pero las policías española y francesa seguían su pista y ‘Gurbitz’ fue juzgado en rebeldía en junio de 2007 por el Tribunal Correccional de París y condenado a dos años de cárcel y prohibición definitiva de estancia en Francia, y a cuatro años de prisión y prohibición definitiva de estancia en Francia, el 19 de junio de 2008.

         Incluso antes, el Ministerio del Interior español sospechó que Iriondo era el tercer miembro de ETA, además de los detenidos Asier Bengoa y Saioa Sánchez, que en la localidad francesa de Capbreton asesinó, el 1 de diciembre de 2008, a los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero, que participaban en una misión de vigilancia contra ETA. Por esa razón, a partir del pasado mes de marzo, su fotografía, junto a las de los también presuntos miembros de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, Asier Eceiza Ayerra, Iurgi Mendinueta Mintegui, Izaskun Lesaca Arguelles e Iratxe Sorzábal Diaz fue colocada en las fachadas de comisarías, gendarmerías y locales de aduanas y aeropuertos. Es decir, que junto a ‘Txeroki’, ‘Gurbitz’ se había convertido ya en el enemigo público ‘número 1’.

         Pese a su juventud, Iriondo, de 31 años de edad, tiene un amplio historial delictivo, ya que aparece ligado a sucesivos actos de violencia callejera desde la década de los 90. Su perfil policial no deja lugar a dudas: es más duro que ‘Txeroki’, más sanguinario y más ‘echado para adelante’ cuando se trata de atentar; no es, sin embargo, un “loco” o un temerario, ya que asume riesgos innecesarios; se encuentra muy bien posicionado en la dirección de la banda; su estrategia era la de atentados selectivos, o con coches bomba o mediante el tiro en la nuca.

         Iriondo, además, cuenta con hondas raíces proetarras: su madre, por ejemplo, Miren Itziar Iartza Etxenike, que se casó en segundas nupcias con otro activista de ETA, fue elegida concejala de Acción Nacionalista Vasca (ANV) en el ayuntamiento guipuzcoano de Lasarte, junto a Joxe Goikoetxea Goikoetxea, ex dirigente de ETA que se fugó en su día de la cárcel de Segovia donde se encontraba cumpliendo una condena.