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El presidente de la OPEP, Chakib Jelil, aseguró este viernes que el cártel seguirá recortando su oferta de crudo hasta que los precios se estabilicen, durante una conferencia en Londres entre países productores y consumidores de oro negro.
"Continuaremos reduciendo la oferta hasta que los precios se estabilicen", dijo Jelil a la prensa, al margen de una reunión entre 27 naciones productoras y consumidoras de petróleo convocadas por el primer ministro británico, Gordon Brown.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió el martes rebajar su oferta en 2,2 millones de barriles diarios, el tercer recorte en cuatro meses y el más importante desde 1982, para frenar el desplome de las cotizaciones.
No obstante, los precios siguen en caída libre y el viernes se situaron en Nueva York por debajo de los 34 dólares el barril por primera vez desde el 2 de abril de 2004.
En su discurso de apertura de la conferencia, Gordon Brown afirmó que la volatilidad de los precios no va "en el interés de nadie".
"Nuestra historia económica reciente lleva las cicatrices de nuestro fracaso en superar las relaciones tradicionalmente adversas entre productores y consumidores" de oro negro, declaró Brown.
La conferencia de Londres fue convocada el pasado junio, tras una conferencia similar en Yeda, Arabia Saudita.
Pero, mientras que en Yeda la cuestión era hallar la forma de contener la escalada de los precios, ahora se trata de atajar su desplome, provocado principalmente por la crisis mundial, que provoca la caída de la demanda de crudo en los países industrializados.
Un barril demasiado barato podría desalentar a los productores de invertir en nuevos medios de producción y crear las condiciones de un nuevo choque petrolero una vez se recupere la economía del planeta, alertaron los participantes en la cita londinense.
"Para los productores, los precios actuales infligen daños a la industria y amenazan las inversiones presentes y futuras", declaró Alí al Naimi, ministro de Petróleo de Arabia Saudí, jefe de fila de la OPEP.
Al Naimi abogó por un precio "justo y razonable" de 75 dólares el barril para permitir a los productores potenciar sus capacidades de extracción.
En cambio, el ministro británico de la Energía, Ed Miliband, no quiso fijar un precio idóneo. "La economía mundial necesita precios menos elevados", se limitó a comentar.
Pese a su compromiso de trabajar de forma concertada, productores y consumidores no parecen ahora más preparados que antaño para estabilizar los precios.
Los operadores del mercado dudan de la capacidad de la OPEP de aplicar sus propias decisiones de recortes de producción, al estimar que ya han aprendido la lección de ocasiones anteriores.
La conferencia de Londres parecía pues abocada a zanjarse de la misma forma que en Yeda, con la adopción de un conjunto de medidas técnicas sin impacto real, salvo en un punto.
Por primera vez, el gobierno británico se adhirió a la tesis que sostiene desde hace meses la OPEP, que atribuye la volatilidad de los precios a la especulación.
El ministerio británico de Energía publicó un informe este viernes en que señala con el dedo el papel de los productos derivados y de las inversiones especulativas en el alza de los precios del crudo de inicios de año.
Con el fin de atacar ese fenómeno, Ed Miliband pidió "más transparencia y regulación" de los mercados financieros.
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