Destruyen túneles con Egipto para frenar a palestinos

Israel destruyó hoy unos 40 túneles entre la Franja de Gaza y Egipto como parte de su operación Plomo Fundido y logró reducir de 90 a 30 los ataques con mortero contra asentamientos judíos, mientras Hezbolá entró en alerta en Líbano.

En su segundo día, los ataques de Israel se centraron en la destrucción de túneles entre la Franja y Egipto a través de los cuales cruzan personas, mercaderías, combustible y armas, de acuerdo con un reporte de la cadena qatarí Al Yazira.

Los pasos subterráneos han proliferado en los más de 18 meses que cumplió ya el bloqueo de Israel a la Franja de Gaza -bajo dominio del grupo islámico fundamentalista Hamas- y su destrucción tuvo como efecto inmediato un aumento de precios de alimentos y combustible.

Los ataques vespertinos se sumaron a los bombardeos a unos 60 objetivos realizados al iniciar este domingo, entre cuyos blancos estuvieron una mezquita y una estación de televisión, con lo que la cifra de víctimas se elevó a casi 290 palestinos.

También en la tarde de este domingo fue atacado un edificio en el campo de refugiados de Jebaliya, junto a la ciudad de Gaza, con saldo de un bebé de 14 meses muerto, informó el diario israelí Haaretz que citó a fuentes del Ministerio palestino de Salud.

La operación israelí ha desplazado a cientos de palestinos hacia Egipto, cuyo paso no pudo ser impedido pese al envío de unos 300 guardias a la línea fronteriza de 14 kilómetros de largo, quienes fueron rebasados por la multitud que huía, indicó Jerusalem Post.

Según el sitio electrónico del rotativo, hubo enfrentamientos tanto de civiles palestinos como de militantes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) contra los guardias egipcios, uno de los cuales resultó muerto en uno de los tiroteos que se produjeron.

Al Yazira reportó la llegada de 50 médicos y abastecimientos sanitarios egipcios cerca de la frontera con la Franja de Gaza, mientras Qatar envió 50 toneladas de medicinas y Arabia Saudita una cantidad sin especificar de material similar a bordo de tres aviones.

Ryad ofreció además el transporte aéreo de heridos, mientras Irán anunció el envío de alimentos a El Cairo para ser remitidos desde ahí a la Franja de Gaza.

La operación Plomo Fundido inició la víspera a las 09:30 GMT a fin de detener el permanente ataque palestino con morteros desde Gaza hacia asentamientos judíos, cuyo número pasó de 90 ese día a 30 este domingo, dijeron fuentes militares de Israel al Jerusalem Post.

Las fuentes explicaron que el bombardeo ha debilitado al liderazgo de Hamas, pues ha dificultado su comunicación luego de que muchos de sus miembros han tenido que esconderse, aunque no descartó que en las próximas horas haya una violenta respuesta del grupo islámico.

En este marco, Fatah Hamad, un alto oficial de Hamas, advirtió que podrían ser asesinados mandos militares israelíes en represalia por los ataques, así como la canciller Tzipi Livni y el ministro de Defensa, Ehud Barak, informó Haaretz en su página electrónica.

Hamad reveló que la represalia podría incluir a funcionarios en Cisjordania de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que encabeza Mahmud Abbas, así como del mundo árabe "que han conspirado contra nosotros", al parecer en una referencia a Egipto.

En tanto, en el otro extremo de la región, en Beirut, el jefe de las milicias de Hezbollah (Partido de Dios), Asan Nasrallah, reveló en un mensaje religioso transmitido por televisión que pidió a los miembros del grupo estar alertas ante un posible ataque de Israel.

"La ofensiva de Israel corresponde a la de un enemigo criminal y no sabemos su magnitud", sostuvo Nasrallah al tiempo que comparó la operación Plomo Fundido con la que realizaron fuerzas israelíes contra Hezbolá a mediados de 2006 en el sur de Líbano.

Consideró que la movilización de tropas israelíes en su frontera norte, que limita con Líbano, puede deberse a acciones preventivas contra una eventual respuesta de las milicias de Hezbolá por la ofensiva en la Franja de Gaza.

Sin embargo, Nasrallah no descartó que Israel quiera aprovecharse de la situación y mejorar su capacidad regional de disuasión.