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La ex mujer de Trashorras niega que escuchara conversaciones sobre explosivos

miércoles 28 de febrero de 2007, 21:00h
La acusada Carmen Toro, que no contestó durante su declaración a las preguntas de la fiscal Olga Sánchez y las acusaciones particulares, negó este miércoles que escuchara conversaciones relacionadas con la compra-venta de explosivos durante las reuniones celebradas por su ex marido, José Emilio Suárez Trashorras, en los McDonalds de Madrid en la que participaron Jamal Ahmidan, uno de los suicidas de la casa de Leganés, y el procesado Rafá Zouhier, y en las que ella estuvo presente.

Indicó que en la celebrada en el establecimiento de comida rápida de Carabanchel se sentó en una mesa a parte en compañía de otro asturiano, Pablo Álvarez Moya, que no ha sido imputado en esta causa y no escuchó "nada". Dijo, además, que acompañaba a Suárez Trashorras a los viajes porque le gustaba "estar con él". En el caso de que el desplazamiento fuera a Madrid, aprovechaba la estancia para "disfrutar un poco, ver la ciudad o comprar ropa".

 Carmen Toro, ex mujer de José Emilio Suárez Trashorras, está acusada del delito de suministro de sustancias explosivas, por el que la Fiscalía solicita 4 años de prisión, la menor de las penas pedidas a los 29 procesados por su relación con los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. La fiscal refleja en su informe de conclusiones provisionales la existencia de numerosas llamadas a su teléfono de distintas personas relacionadas con la masacre y de varios de los jóvenes que trabajaban para su marido e intervinieron en el transporte de explosivos a Madrid.

   Además, Carmen Toro estuvo presente en las reuniones celebradas en McDonalds entre Trashorras y Jamal Ahmidan, alias "El Chino", uno de los siete terroristas islamistas que se suicidaron el 3 de abril en la casa de Leganés, en las que, según la Fiscalía, se acordó el intercambio de explosivos para su posterior utilización en los atentados de los trenes de cercanías madrileños. Acompañó también a su marido en varias ocasiones a las viviendas de los jóvenes de Avilés que se ocuparon de realizar el transporte de la dinamita a Madrid.

  En cuanto a la visita realizada a la finca de Morata de Tajuña (Madrid) donde se prepararon los explosivos utilizados en los atentados, indicó que no le apetecía acudir porque coincidió con el regreso de su viaje de novios y, además, no le gustaban los amigos de su marido. Precisó que mantenía con él contínuas discusiones ya que sabía que estaba relacionado con el tráfico de hachís.

   Su marido le explicó que quería ver la finca porque le habían dicho que la zona era barata y tenía interés en comprar unos terrenos. Ella pensó que sus suegros, que disfrutaban de una buena situación económica, prestarían el dinero a Trashorras para la compra. Durante su estancia en la casa no escuchó tampoco conversaciones relacionadas con la dinamita a pesar de que, resaltó, estuvo junto al ex minero todo el rato y ni siquiera se ausentó para ir al baño.

   Negó también que invitara a Jamal Ahmidan a su boda e indicó que fue una ceremonia privada y no acudió ninguno de los amigos de Trashorras. "¿Cómo voy a invitar a un moro a mi boda?", dijo. Negó también que el inspector jefe de la Policía Manolo García le proporcionara nunca un empleo y dijo que de todos los procesados, únicamente conocía de vista, además de a las personas que asistieron a los reuniones en los McDonalds a Iván Granados.

   En cuanto a "Manolón" explicó que sabía que Suárez Trashorras se llevaba "bien con él" pero destacó que pensaba que la afirmación de su marido de que era "confidente" era "exagerada". "Yo le veía por el pueblo y ya está", dijo.

"Él no ha hecho nada"

   La ex mujer del asturiano destacó, a preguntas de su abogada defensora Mónica Teresa Peña que, a pesar de todo lo que ha "escuchado" tras la detención de su marido, que se produjo un año después de su boda, siempre le ha quedado la idea de que "no ha hecho nada nunca". Explicó que se separó de él por varios motivos entre los que se encontraba "la distancia" y las recomendaciones de su familia.

Dijo que además influyó en su decisión las "cosas" que ha ido leyendo, entre las que se dice que el ex minero "solía estar con mujeres". "Que estén ellas aquí en lugar de yo", añadió.  Describió a Suárez Trashorras como una persona muy "agradable" y que "simpatiza mucho con la gente". Dijo además que puede llegar a "pasar el día entero hablando por teléfono", cosa que también hizo durante su viaje de novios.

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