No estaba prevista su presencia, pero a última hora de la tarde de ayer miércoles, Mariano Rajoy (aconsejado por personas de su confianza) decidió que sería él quien presidiría la reunión del Grupo Popular en el Congreso junto a Eduardo Zaplana, el portavoz parlamentario,
“Era ya un clamor. Mariano ha hecho bien en venir a poner orden porque aquí hay mucho malestar. Unos buscan demasiado protagonismo y a otros no les da la gana de arrimar el hombro y encima van por los pasillos quejándose de marginados”, opinaba uno de los diputados del PP a este boletín una vez finalizada la reunión.
Según algunos de los asistentes, Rajoy, más que ‘leerles la cartilla’, prefirió animarles para que entierren las diferencias, trabajen juntos y hagan un esfuerzo de aquí a que acabe la legislatura para demostrar a los ciudadanos que son la única alternativa fiable frente a un PSOE que va sin rumbo y a la deriva con Zapatero. El objetivo primero serán las municipales y autonómicas y casi de una tirada, las generales. “Las encuestas dicen que vamos remontando y que no estamos nada mal”, les animó.
El líder del PP quiso también despejar los muchos dimes y diretes sobre posibles cambios en el grupo y aseguró que no está en sus planes mover a nadie de su sitio –en clara alusión a Zaplana, al que un sector del grupo no quiere ver ni en pintura- , y mucho menos a tan pocos meses de las elecciones. “Eso, son cosas de los periodistas”, vino a decirles.
El dirigente del PP está, además, convencido de que Zapatero no agotará la legislatura y achacó a los numerosos errores cometidos por el presidente del Gobierno el hecho de que el PP aumente sus posibilidades de recuperar el poder en las generales.
Durante la reunión, Zaplana tomó brevemente la palabra. Pero sólo para saludar a los diputados y alabar su trabajo.
Si (
No(
