OPINION/Víctor Gijón
miércoles 07 de enero de 2009, 11:15h
Carme Chacón, ministra de Defensa, tendrá para si la satisfacción de haber logrado desenmascarar a una derecha machista más o menos encubierta. Su nombramiento para el cargo dejó al descubierto las vergüenzas sexistas de quienes se autoproclamaban abiertos liberales.
Este martes, con su atuendo en la Pascua Militar, ha acabado de sacar de sus casillas a los medios de comunicación conservadores y aquellos otros que, como El Mundo, pretenden dan gato por libre. Pedro J. Ramírez, gran jefe del mundo mundial, ya tiene acreditada fama de cambiar de opinión sobre cuestiones principales. Como en materia de terrorismo etarra o sobre el Estado de las Autonomías.
En los últimos tiempos ha abdicado también de su liberalismo en materia de aborto y dejado entrever una homofobia inquietante. Desde ahora queda confirmado que su feminismo es de boquilla y que una buena crítica a una ministra socialista bien vale renunciar a la ponderación y a la mesura y abrazar la causa del machismo más casposo.
El Mundo, La Razón, la COPE y otros medios reaccionarios han fijado su mirada intolerante en el modelo elegido, un smoking con pantalón, por Chacón para acudir a la Pascua Militar. Pero la crítica al atuendo no se incluye en las páginas de moda, donde el análisis de la vestimenta tendría su razón de ser, sino que se lleva a primera página, se desarrolla en la sección de política y se completa con editoriales. Se convierte así una cuestión de imagen en un problema político-protocolario.
Pedro Jota y sus amigos ya no sólo quieren imponernos a que políticos hay que votar o no --en las últimas elecciones fue Rajoy su preferido, pero un mes después habían cambiado de caballo y nos proponían votar a Esperanza Aguirre-- sino cómo debe vestir ministras y ministros. Bueno, de ministros nada se dice. No tengo leído ni escuchado que Pedro J. y los suyos hayan criticado los atuendos, a veces muy poco exigentes con la estética, de políticos hombres. De lo cual colijo que para estos garantes de la corrección en el vestir, la elegancia importa menos que el sexo. Machistas que son.
Si (
No(
_662289d2938b0.jpg "El fenómeno Taylor Swift: ¿Qué hay detrás de la cantante más popular de nuestro tiempo?")
