www.diariocritico.com
Sexy Soraya

Sexy Soraya

sábado 17 de enero de 2009, 11:52h
 

España es un país que tiene narices. Lo que criticamos aquí no es normal. Y no se crean, si se fijan ustedes, a veces las críticas son terriblemente absurdas. Un ejemplo es la que se ha liado con el posado de Soraya Sáez de Santamaría. Yo, sinceramente, por mucho que lo pienso y le doy vueltas, no veo el escándalo por ninguna parte. Es más, cuando vi la foto y antes de contaminarme y dejarme influir (soy muy influenciable, lo reconozco) por los “expertos” no me sorprendió. Pensé que era bonita, que Soraya estaba muy mona y cavilé para mí misma “qué pies tan bonitos tiene”. Y con las mismas, seguí leyendo. También es verdad que vi la noticia en Internet, no en la portada del periódico en papel.

Esta no es la primera vez que el colectivo se rasga las vestiduras porque una política aparezca de esta guisa. No entiendo las críticas. Dicen unos que es frívolo. Frívolo hubiera sido Soraya posando en una playa del Caribe con un cubata de ron en la mano o paseando con su marido por la orilla del mar con pareo anudado a la cintura. Todo esto en las páginas centrales del Hola (para que se hagan una idea,  un reportaje como los que hacía Raquel Mosquera y Pedro Carrasco pero sin delfines).

Otros dicen que es sugerente, que da un aspecto vulgar de Soraya. Pues también estoy en desacuerdo. Vulgar hubiera sido que posara en Interviú con tanga de leopardo y mordiéndose una uña de porcelana estilo Nuriaber.

Dicen también que ha tirado por tierra su imagen de mujer sabia, preparada, culta. Pues tampoco porque nunca ha dicho cosas tipo "a mí me encanta la cantante Carmina Burana".

Pero el caso es criticar. De eso vivimos los españoles (yo la primera, ¿eh? que quede clarito). Y con eso pues vamos tirando y pasando la crisis. En cualquier caso el tema de criticar a las políticas posando o por su atuendo no es nuevo. Sin ir más lejos, hace unos días pusieron verde a Carme Chacón por su indumentaria en la pascua militar. Y ya son ganas de hablar porque, sinceramente, ya les gustaría a muchos políticos dar la imagen de seriedad y trabajo cumplido que da la catalana. O la tan traída polémica de las ministras de la paridad en la revista VOGUE. O cuando criticaron a Carmen Calvo por aparecer con un vestido de miles de lacitos de Ágata Ruíz de la Prada en unos Premios Goya, o a ESPE con otro de la misma diseñadora con estrellas imitando la bandera de la Comunidad de Madrid. Cierto que la primera parecía el envoltorio de un regalito para una niña de tres años y la segunda un hada madrina (le falló no llevar varita mágica), pero esa no era la cuestión a destacar. Lo destacable era que, en ambos casos, estaban promocionando moda española.

Pero si hay alguna moda que ha suscitado polémica ha sido la foto de ESPE con los calcetines y las sandalias de tacón. Sólo una mujer como ella puede aparecer de esas guisa y salir indemne. Porque ella lo vale y punto (yo no disimulo ni un ápice la simpatía que le tengo). Ni la mismísima Naty Abascal aguantaría semejante envite. Pero es que dónde la una brilla por su elegancia la otra lo hace por su agudeza mental y esto no hay moda que lo derribe. Es el consuelo de las inteligentes.

Lo que realmente llama la atención es ver cómo critican esto algunas mujeres o ver cómo lo critican otros que van por la vida de modernos y progresistas. El que ha dicho que Soraya va mostrando escote, por favor, que se mire de lo suyo porque ni el canalillo, oiga.

Soraya, ni caso. Ah, y suscribo lo de que tu marido tiene una retranca bárbara.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios