En el descanso, el técnico manchego cambió todo el planteamiento blanco. Introdujo a Huntelaar y Van der Vaart por Cannavaro y Sneijder para colocar a Lass como lateral por la derecha.
Sergio Ramos, que actuó como central en esta segunda parte, aprovechó la inseguridad de Roberto en el marco, que ya había 'cantado' en dos ocasiones en la primera mitad, para probar suerte desde 35 metros. El cancerbero fue sorprendido por un bote en el disparo del sevillano y se tragó la igualada blanca.
El Real Madrid adquirió confianza, mientras que Osasuna fue arrinconándose más y más, en busca de un contragolpe letal. Pero fue la velocidad de Robben y la pericia de Higuaín la que concedió la remontada a los merengues, cuando el holandés sirvió un gran balón al segundo poste para que el argentino rematara a puerta vacía.
Osasuna apretó con balones aéreos, mientras que Juande niveló el equipo dando entrada a Marcelo por Higuaín, sus primeros minutos ligueros tras la llegada del técnico. Los pupilos de Camacho tuvieron su ocasión más clara cuando Pepe pisó a Juanfran dentro del área a falta de siete minutos para el final. Parecía que Pérez Burrull había pitado penalti, sin embargo, el colegiado 'engañó' a todos los jugadores cuando sacó la segunda amarilla a Juanfran por tirarse.
Los blancos apuntalaron el encuentro en una internada por la izquierda de Robben, que volvió a aprovechar las facilidades que Roberto concedió a los delanteros locales. Tres puntos que no descuelgan al Madrid del grupo de perseguidores del todopoderoso Barça, que se mantiene a 12 del resto con una superioridad incontestable.