Naciones Unidas advierte que la producción alimentaria podría caer

El responsable de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas (FAO), Jacques Diouf advirtió de que la reciente caída en los precios de los alimentos podría desalentar la inversión a los agricultores y disminuir el abastecimiento en un mundo cada vez más hambriento.

"Ello entrañaría una importante reducción de producción en 2009 y 2010 y un aumento brusco de los precios que podría ser más fuerte que en 2007 y 2008 si no resulta temperado por el efecto de la recesión económica sobre los ingresos", dijo Diouf en su discurso de apertura.

"Si a eso se añade la demanda creciente de producción agrícola para efectos de la bioenergía, es muy probable que los factores determinantes de la oferta y la demanda agraven los riesgos de la inseguridad alimentaria en los países en desarrollo", dijo.

Diouf indicó que aunque la producción mundial de cereal en 2008 registró un nivel récord de 2.245 millones de toneladas y podría fácilmente alcanzar la demanda estimada en la campaña 2008 y 2009 de 2.198 millones, los stocks eran relativamente bajos. Las existencias de cereal de 431 millones de toneladas solo cubren el 19,6% de la demanda, el nivel más bajo en 30 años.

La pasada cumbre de seguridad alimentaria de Roma comprometió 22.000 millones de dólares en ayuda alimentaria, una cifra muy alentadora, dijo Diouf, aunque se necesitan 30.000 millones de dólares para impulsar la producción agrícola en los países pobres. La FAO estima que alrededor de mil millones de personas sufren malnutrición, un número que aumentó en 40 millones en 2008.

A este paso, Diouf dijo que el objetivo del Milenio de Naciones Unidas de reducir a la mitad el hambre en el mundo para el 2015 está cada vez más lejos, incluso más allá del siglo XXI.
 
MANIFESTACIÓN

Una manifestación convocada por varias ONG tuvo lugar ante el Palacio de congresos de Madrid donde se efectua la reunión, para reclamar una "profunda reestructuración del sistema alimentario mundial". Esta conferencia "de alto nivel" que debe concretar las promesas de la cumbre de la FAO en junio de 2008 en Roma para erradicar el hambre en el mundo, "excluye a los principales interesados en el debate sobre la crisis alimentaria", según una declaración de las asociaciones organizadoras de la protesta.

"Los representantes de los pequeños agricultores que cultivan el 80% de la producción mundial de alimentos se quedan sólo unos minutos para dar su posición", explicó Javier Sánchez, representante de la asociación internacional de pequeños agricultores Vía Campesina. Hacen falta "políticas para producir a nivel local y no políticas neoliberales que dan más dinero a las grandes multinacionales", añadió Sánchez.

También critica la posible creación de la Alianza Global contra el Hambre, uno de los objetivos de la cumbre, ya que, a su juicio, este organismo trata de sustituir a la organización de Naciones Unidas para Agricultura y la Alimentación (FAO) y "dejar las riendas del debate a las multinacionales".

Oxfam, por su parte ha  utilizado una mazorca gigante, de la que se han arrancado grandes trozos que, posteriormente, han sido guardados en un maletín. La organización ha simbolizado de este modo la ausencia de actuaciones coordinadas por parte de los países desarrollados para hacer frente al hambre que afecta ya a mil millones de personas en todo el mundo.

El portavoz de Oxfam, José Antonio Hernández, ha reclamado que la crisis alimentaria se sitúe en la agenda política por "mucho que las primeras planas de los periódicos sólo se acuerden de la financiera o de la energética".

Hernández ha subrayado que es necesario que los políticos tengan en cuenta estas "terribles realidades y, además de retórica y promesas que no quitan el hambre, pongan en marcha medidas", entre ellas cumplir sus promesas de financiación.

Tras criticar las "prisas" con las que se ha organizado esta reunión, ha pedido que de la cumbre de Madrid "no salgamos nuevamente con promesas incumplidas como ya pasó en Roma" sino con compromisos factibles y "cuya rendición de cuentas pueda ser una realidad cotidiana".

"Es importante que quienes acuden a este evento incorporen a la lucha contra el hambre el ingrediente más difícil de conseguir: la voluntad política", ha sentenciado.

La reunión finalizará con una 'declaración de Madrid' que plasme los compromisos y las acciones concretas de los países participantes para eliminar el hambre en el mundo. La sesión final será presidida el martes por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.