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El abogado basa su afirmación en los informes forenses

El abogado de los menores y su bebé asesinados dice que hubo una tercera persona implicada

lunes 05 de marzo de 2007, 11:10h
El abogado de la familia de los dos menores y su bebé asesinados en Madrid en noviembre del 2004 manifestó este lunes que Verónica, acusada de inducir a David R.V. a matar a Amalio (de 17 años de edad), "participó en el triple asesinato", ya que "en los informes forenses se refleja que Ada (la mujer de Amalio) tiene las muñecas amoratadas por haber sido fuertemente agarrada y que le entraron dos cuchillos distintos, por lo que tuvo que haber tres personas".
Eusebio Gómez, el abogado de la familia de los fallecidos, aseguró que de los cinco imputados tres acudieron a la casa de la familia fallecida (David R.V, José Emilio V.G. y Verónica C.H.) y los otros dos (Daniel A.G. y Yolanda C.H.) se fueron al domicilio de Yolanda en San Blas "para esperar a que llegaran los otros tres". Así, este letrado está convencido de que Verónica acompañó a David y a José Emilio a la casa de los dos menores y su bebé. "Fueron tres personas las que participaron en los asesinatos, y creo que mientras David y José Emilio acuchillaban a Ada, Verónica le sujetaba de las muñecas para que no se moviera", apuntó Gómez.

Por su parte, Verónica manifestó durante el juicio que ella "nunca" ha entrado en la casa de la familia asesinada y que no animó ni dio el cuchillo a David para que matara a Amalio. "Antes de los hechos no conocía donde vivía esta familia, sabía la zona, pero no la calle exactamente. Yo vi como David y José Emilio salían del bar Dorita a comprar cocaína, pero no sé adonde". Así, la fiscal hizo ver a Verónica que en sus anteriores declaraciones había manifestado que José Emilio le había dicho que iban a por cocaína "a casa de Amalio", a lo que la acusada respondió que se "habría confundido" en las declaraciones anteriores, e insistió en que no sabía a dónde iban a por la droga.

Según su versión, Verónica dijo que se fue a casa de su hermana Yolanda en compañía de Daniel en un taxi después de recoger el bar, y que, una vez llegaron al domicilio de Yolanda, se encontraron con David y José Emilio en la calle. "José Emilio se acercó pálido hacia mí y me dio un abrazo, y David estaba manchado de sangre y con una herida en la mano. No sabíamos que había pasado", indicó. De este modo, Verónica hizo hincapié en que David les obligó a los cuatro a subir a la casa y les dijo "que se los había llevado por delante". "Yo no sabía a quien se refería exactamente hasta que al día siguiente vimos las noticias", agregó. También dijo que David les amenazó si contaban algo, se cambió de ropa y "a los cinco o diez minutos se marchó de casa".

Verónica, que guardó silencio en algunas de las preguntas que la fiscal y los abogados le realizaron, insistió en que no estuvo nunca en esa casa y en que no animó a David a que matara a Amalio. "Tampoco le ayudé a David a deshacerse del cuchillo y de las ropas que podían incriminarle. Yo sólo quería que se fuera de la casa porque estábamos con mucho miedo. Por eso no denunciamos lo que pasó a la policía, porque David nos había amenazado de muerte", añadió.

Verónica aseveró que David acudió a casa de su hermana Yolanda para "acercar a José Emilio" y no porque fueran amigos. "Yolanda, su novio (Daniel), José Emilio y yo dormíamos muchas veces en casa de mi hermana Yolanda, y ése día fue una de esas noches, como tantas otras" dijo, y agregó que estos cuatro acusados estaban amenazados por David, "al que conocíamos pero del que no éramos amigos".

Relato de Yolanda
Mientras, Yolanda, hermana de Verónica y también acusada de inducir a David a matar a Amalio, apuntó que la tarde del día de los hechos estuvo en el almacén del bar Dorita durmiendo con su novio Daniel, también imputado, que se levantaron, recogieron el bar con la ayuda de Verónica y que los tres se fueron en taxi a su casa de San Blas.

Yolanda, visiblemente nerviosa, relató ante el jurado popular que se encontró en su calle a José Emilio y David, que el primero estaba manchado de sangre "por todo el cuerpo" y que el segundo llegó pálido pero "sin ni un rastro de sangre".

A diferencia de su hermana Verónica, Yolanda indicó que una vez en el interior de su casa David les contó "que se había cargado a dos gitanillos y a su bebé". Además, señaló que en la comisaría de policía en la que le tomaron declaración estuvo "muy presionado" para que inculpara a David y que le animaban diciéndole que no le iba a pasar nada.

Por su parte, Daniel, también acusado de animar a David a matar a Amalio, manifestó en la vista oral que nunca habló de "nada de eso" con David y que no conocía a ninguno de los tres fallecidos. "Yo vi como José Emilio y David iban a por droga, pero a mí David no me habló de su relación conflictiva con Amalio", afirmó.

Daniel, novio de Yolanda y camarero del bar Dorita, relató que ese día le puso unas seis copas a David entre la mañana y la tarde, cuando recogieron el bar, se marchó en taxi junto con Yolanda y Verónica.

Escrito fiscal
La fiscal del caso considera probado que sobre las 23.30 horas del 4 de noviembre de 2004 el acusado David R.V. se acercó al bar Dorita de la avenida de Betanzos de Madrid, donde estuvo acompañado por los también imputados José Emilio V.G., Daniel A.G., Yolanda C.H. y Verónica C.H.

Mientras bebían, dice la fiscal, David explicó a los presentes los problemas que tenía con Amalio, un joven de 17 años, que decía que no le iba a pagar unos trabajos que había realizado. Así, los acompañantes le animaron a acabar con la vida de Amalio y le proporcionaron un cuchillo para tal propósito.

Sobre las 2.30 horas, David y José Emilio abandonaron el bar y fueron a buscar a la víctima a su casa. David se encontró a Amalio atravesando el patio de su domicilio donde, de forma sorpresiva, le propinó tres puñaladas que acabaron con su vida.

Ada, la esposa del joven, de 16 años, observó lo ocurrido desde el interior de la vivienda y comenzó a gritar. Ante esta situación, David y José Emilio entraron en la casa y asestaron veintiséis puñaladas a la menor.

La hija de ambos fallecidos, de nueve meses, se encontraba en aquel momento durmiendo, pero se despertó por el ruido y comenzó a llorar. Los acusados, ante el temor de que sus sollozos alertaran a los vecinos, resolvieron acabar con su vida de cuatro puñaladas.

Atenuante de drogadicción
La fiscal indica que estos dos imputados habían consumido varias dosis de cocaína el día de los hechos, lo que disminuyó levemente sus facultades intelectuales y volitivas, por lo que señala que en ellos concurre la atenuante analógica de drogadicción.

David y José Emilio se encuentran privados de libertad por esta causa desde noviembre de 2004, mientras que Daniel A.G. y Yolanda C.H. estuvieron en prisión provisional desde el mes de los asesinatos hasta noviembre y diciembre de 2005, respectivamente.

La representante del Ministerio Público considera los hechos narrados constitutivos de tres asesinatos, por los que solicita 51 años de cárcel para David y José Emilio, mientras que para los otros tres encausados pide 17 años de prisión para cada uno por inducir a un asesinato.

David responde en concepto de autor de los tres delitos y José Emilio en concepto de inductor del asesinato de Amalio y en concepto de autor de los otros dos. Por su parte, los otros tres imputados responden como inductores de la muerte de Amalio.

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