Una reflexión para los medios de comunicación

Aquellos que defienden que la única forma de aprender periodismo es pasar por las aulas de una facultad tendrán que ampliar sus elementos de reflexión si han tenido la oportunidad de ver el programa “Tengo una pregunta para usted” en el que intervino, el pasado lunes, el presidente Zapatero.

Las personas que participaron en representación de la sociedad civil española en este programa, dieron una auténtica lección de lo que la sociedad espera que sea el periodismo en el siglo XXI. Aquellos que tuvieron la oportunidad de poder intervenir ante el presidente del Gobierno, no tuvieron ningún tipo de problema ni a la hora de hacer preguntas concretas, claras y comprensibles, ni a la hora de manifestar su disconformidad con determinadas situaciones, ni a la hora de reclamar que se les contestara a las preguntas que estaban haciendo, ni mucho menos a transmitir la sensación de frustración que se está empezando a sentir al ver que la realidad no corresponde con aquello que los ciudadanos pensaban que se iba a conseguir dándole la confianza al actual presidente del Gobierno.

En la hora y media que duró el programa, aquellos que tienen responsabilidad en los medios de comunicación y que quieran ver más allá de lo que les interesa, habrán tomado buena nota de lo que la sociedad espera de los medios de comunicación y que pudo ser visualizado y comprendido con el simple seguimiento de este programa. Los ciudadanos están cansados de la manipulación informativa y reclaman una ecuanimidad y transparencia que, desgraciadamente una vez más, los medios de comunicación han demostrado que no le prestan toda la atención que la sociedad está exigiendo.

Sé que es muy difícil que algunos profesionales antepongan determinados conceptos y valores a las líneas editoriales que les marcan los medios en los que participan, como queda de manifiesto con el seguimiento y análisis de las opiniones que se han vertido con relación a la participación de Rodríguez Zapatero en el programa del lunes.

Sería conveniente que, tanto los profesionales de los medios de comunicación, especialmente los que tienen responsabilidades de marcar las líneas editoriales, como todos los ciudadanos, hagan el ejercicio de comparar lo que algunos periodistas y columnistas han escrito alabando o criticando la actitud y contestaciones del presidente del Gobierno, según la línea editorial del medio en el que participan, con lo que realmente piensa la sociedad y que se ha podido ver por las intervenciones y por la sección de cartas al director que particularmente el día de hoy es una de las secciones de obligada lectura en prácticamente todos los medios de comunicación.

Otra cuestión digna de tenerse en cuenta es la situación del principal partido de la oposición, que ha sido incapaz de sacar ningún rédito político a esta situación porque está más preocupado de sus luchas internas y falta de confianza, que de decirnos a los españoles cual es su posición y, por lo tanto, que son una auténtica alternativa al actual Gobierno.