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Listas paritarias, por Ley, y nada democráticas, por voluntad expresa

martes 06 de marzo de 2007, 13:04h

Todos los partidos menos el PP ya han concluido el proceso de selección de candidatos a los comicios autonómicos y municipales de mayo de 2007. Mientras el PSM e IU han sufrido el desgaste correspondiente por los repetidos casos de militantes de ambas formaciones que ponen el grito en el cielo denunciando que la era digital se ha impuesto, en perjuicio de los procesos democráticos de primarias, el PP pasa de puntillas sobre este espinoso pero poco popular asunto y deja todo en manos de la presidenta regional de esta formación, Esperanza Aguirre, que dará una mayor participación al sexo femenino en todas las candidaturas, en aplicación de la Ley de Igualdad que garantiza a cada sexo al menos el 40% de los puestos.
Algo es algo, y por ley.

Reconociendo que es un logro que haya  hombres y mujeres más o menos en la misma proporción, no estaría de más que ellos reconocieran que listas paritarias sí,  pero nada democráticas. Igual de democráticas en las tres formaciones.

Empecemos por el PSM, que ya ha aprobado las listas que presentará a la Asamblea regional y  a los distintos ayuntamientos. Rafael Simancas, que arrasó en unas elecciones primarias ‘totalmente democráticas’, salió elegido candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid porque sólo se presentó él.

Luego, este tipo de democracia se fue a hacer de las suyas a la lista estrella, la que ansiaban desde Trinidad Jiménez hasta José Bono pasando por muchos otros como Javier Solana o Cristina Narbona. A nadie se le ocurrió contar con algún edil de la lista del PSM de hace cuatro años. Y como nadie se atrevía a proponer unas elecciones democráticas para elegir candidato, el máximo líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, recordando pícaramente que las primarias traen sorpresas como la que le llevó a él a la Secretaría General, prefirió poner a dedo a Miguel Sebastián, un cerebro privilegiado pero con poca experiencia en cuestiones  municipales.

Luego se pusieron los nombres de los aspirantes  a las alcaldías de sus pueblos. El criterio de la dirección del PSM ha sido el de dejar que cada Agrupación Local ponga su  candidato, para actuar después rectificando si el elegido no es de su agrado.

Democracia a raudales. Socialistas de Móstoles, Alcobendas, Pozuelo y Valdemoro, entre otros,  presentaron problemas relacionados con los métodos democráticos de selección, o más bien con la ausencia de democracia interna. Todos fueron resueltos a la  manera de los que mandan. En unos sitios,  se pasteleó una nueva lista; en otros, se impuso el criterio del botones del mandamás, y en algunos como Valdemoro, se provocó un estallido de disgustos por parte de los eliminados.

IU también ha dado el visto bueno a sus candidaturas, después de meses de discusiones por parte de los críticos con Fernando Marín, Angel Pérez y demás miembros de la llamada mayoría. Gregorio Gordo renunció a ser candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid para que ocupara su sitio Inés Sabanés,  y todos tan antidemocráticamente contentos.

Los métodos de elección de Pérez y Gordo son los mismos que han servido para  cambiar a Gregorio por Inés, con la única salvedad de que “ahora se ha hecho igual de mal pero con la inclusión de los que antes pedían más democracia”,  según comentan unos y otros en la coalición. Ya sólo quedan  por conocer las listas del PP, que sin duda darán poco que hablar porque habrá menos personajes ácidamente democráticos dispuestos a pedir en público lo que creen que les corresponde.

La inexistencia de democracia interna en los partidos, de tan poco interés para las propias formaciones y los medios informativos, vuelve a ser un tema recurrente para el ex presidente de la Comunidad de Madrid, el socialista Joaquín Leguina. Ha puesto de nuevo el dedo en la llaga repitiendo lo que dijo, en
mayo de 2006, en el acto de presentación de su novela "Las pruebas de la infamia”. 

Entonces afirmó que “los partidos políticos, incluido el PSOE, no funcionan como instituciones democráticas cuando se trata de  elegir candidatos para las diferentes elecciones”. Aseguró que “a todos se les llena la boca diciendo que  hay muchas votaciones, que en efecto las hay, pero no hay  elecciones" y recordó que,  "para que las haya,  tiene que haber al  menos dos personas que se presenten". Hoy, reitera su preocupación por este asunto señalando que “todo esto no concuerda bien con el  artículo de la Constitución que dice que los partidos tienen que  ser democráticos".

¿Y qué más decir sobre un asunto que a casi nadie le interesa? Nada. Agradecerles que hagan leyes para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres y pedirles que no llamen democracia a lo que es sólo la imposición de los que mandan, como se hace en los más reconocidos consejos de administración.

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