Nuevos escenarios

El futuro entendimiento económico entre Bruselas y Washington pasa necesariamente por un mejor entendimiento entre Bruselas y la OTAN, que a juicio de los principales lideres europeos debe producirse en el inmediato futuro. Este es el espíritu de las palabras que a modo de preludio han pronunciado el Presidente francés, Nicolas Sarkozy y la Canciller alemana Angela Merkel, en una tribuna publicada por Le Monde el 4 de febrero con motivo de la próxima celebración del 60 aniversario de la Alianza Atlántica que se celebrará a invitación de Paris y Berlín en los próximos días 3 y 4 de abril en las localidades de Estrasburgo –Francia- y Kehl –Alemania-.

Ambos lideres europeos, sin duda los mas cercanos a la estrategia de construcción del mercado común transatlántico, y desde luego los más poderosos de la nueva y de la vieja Europa, manifiestan que el acuerdo estratégico entre la OTAN y la UE no esta a la altura de nuestras esperanzas y que la autentica cooperación entre la UE y la OTAN en el terreno de la defensa es una prioridad: “es necesario revisar como abordamos las nuevas amenazas, nuestros socios y nuestras estructuras y ha de realizarse un nuevo acuerdo estratégico para reforzar el partenariado transatlántico de seguridad y defensa y adaptarlo a los nuevos desafíos”. Tal propósito será el principal objetivo del inmediato encuentro que servirá para definir la nueva estrategia entre la UE y la nueva administración norteamericana del Presidente Obama. Los líderes europeos entienden que la llegada del nuevo Presidente a la Casa Blanca esta marcada por nuevos acentos en materia de política exterior y de seguridad.

Otra cita no menos importante es la reunión del G-20 que tendrá lugar en Londres el próximo 2 de abril, en la que se reflexionará sobre la reforma del sistema financiero internacional tras la crisis actual, y en la que parece que se examinará la posibilidad de crear bancos malos, que absorban los activos tóxicos de los bancos, cuestión que esta en la agenda de la próxima Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que tendrá lugar en marzo y que como todos los años tendrá un contenido fundamentalmente económico, en un difícil momento en el que el índice de confianza económica de empresarios y consumidores de la zona euro continua cayendo, lo que no augura nada bueno para las inversiones, el empleo y el consumo, siendo espectacular el deterioro en Polonia y Reino Unido. La Unión Europea no es un paraguas y cada país pasará su crisis con mayor o menor fortuna.

China apuesta por una mayor cooperación para enfrentarse a la crisis económica, y África parece promover la creación de los Estados Unidos de África. La crisis acerca a los diferentes escenarios de un mundo mientras concluye un tiempo de la historia. Nada será igual en la necesaria reconstrucción del inmediato futuro. Pasada la crisis comenzará el siglo XXI.