Urgente: una dosis de sentido común, por favor

En el fútbol pasa como en la política. A veces el mejor no es el elegido. Se pudo percibir cuando el gobierno nombró al ex candidato aprista a la alcaldía de Lima, Benedicto Jiménez, como el jefe del Instituto Nacional Penitenciario, cargo al que ha tenido que renunciar debido a las sospechas de que tiene vínculos con el narcotraficante Fernando Zevallos.

No sé si Benedicto sea culpable de lo que le acusan, pero sí estoy seguro de que no debieron darle un cargo de esa importancia a un ex policía que afirmó públicamente haber chantajeado a su superior para mantenerse en el cargo. Despreciable ¿no?.

Decía que igual es el en fútbol, aunque salvando las distancias. Acaban de nombrar como director técnico de la selección nacional a Julio César Uribe, un buen entrenador con experiencia internacional que siempre habla de "profesionalismo" y "disciplina", pero que, sin embargo, tuvo el descaro de llevar a su hijo -un jugador de medio pelo que estaba en el olvido futbolístico- al equipo que dirigía. Y no era la primera vez que pasaba. Cuando fue técnico de Perú en las eliminatorias a Korea-Japón 2002 también incluyó al muchacho como el 10 de la selección peruana. Inaudito.

Hombres como Jiménez y Uribe serán buenos en lo que hacen, conocerán su tema, pero no están moralmente calificados para tener cargos importantes, en los que tienen las atribuciones de manejar a tanta gente, de hacer con sus instituciones lo que les plazca.

La culpa, finalmente, no es toda de ellos, sino de quienes los nombran. En el caso de Benedicto, el Apra intentó lanzarlo como congresista y se quedó por poco, luego tentaron con él a la alcaldía de Lima e hicieron el ridículo, y finalmente le dieron un puesto más o menos acorde con su currículo. Su salida estrepitosa del INPE habrá hecho que se arrepientan.

En el caso de Uribe, es similar. Sus números no lo ayudan, tiene un temperamiento explosivo y se lleva muy mal con la prensa, con la difícil prensa deportiva peruana. Pero era el que estaba a mano, no pedía más dinero del que le ofrecían, actualmente juega en el Cusco pues entrena al Cienciano, y de hecho que se llevaba bien con la Comisión Seleccionadora, pues Juvenal Silva, presidente de ese grupo, también es el titular -con atribuciones casi divinas- del equipo cusqueño.

El tiempo dirá quién se equivocó, pero lo que sí es seguro, es que nuestros dirigentes en la política y en el fútbol necesitan URGENTE una dosis de sentido común, por favor.

Fernando Lozano Chávez (Perú). Editor del DiarioHispanoPeruano.