Los cambios que no llegan al sector petrolero

No solo la producción petrolera estatal ha continuado a la baja en los dos últimos años, sin revertir la tendencia de la década precedente. Las empresas privadas extraen menos crudo. Y lo más grave de todo ello es que no se avizora en 2009 que cambiará de forma significativa esa situación.

De los 184,7 millones de barriles de petróleo de la producción nacional de crudo en el año pasado, el aporte de las petroleras privadas fue 87, 1 millones, 5,1 millones menos que en 2007; y en este último año, Petroecuador redujo su producción en el 9,4%.

La estatal petrolera requiere una reforma integral. Todavía se espera el informe final de la consultora Wood Mackenzie para aplicar los cambios, empezando por la urgente reducción de personal.

Una de las consecuencias de que en los sucesivos gobiernos se haya considerado a Petroecuador como botín político es la hipertrofia burocrática. De otro lado, la ineficacia administrativa se evidencia en el hecho de que, a pesar de contar, en algunos años, como en 2007, con presupuestos de inversiones, estos solo se han ejecutado parcialmente. A diferencia de Petroecuador, cuya administración el Gobierno entregó a la Marina, en el bloque 15, que estuvo antes en manos de la Occidental, se han conseguido buenos resultados, pues se lo puso a cago de Petroamazonas S.A., con autonomía administrativa y financiera, y de un gerente profesional civil de mucha experiencia.

En el caso de las empresas privadas, la falta de reglas jurídicas estables, por cambios de la legislación y modificaciones de los contratos con el Estado, ha determinado que no emprendieran en inversiones. La caída del precio del crudo reduce ahora los incentivos de inversión para el inmediato futuro.

Todo ello pone en evidencia la necesidad de una política petrolera coherente que ha estado ausente en el manejo del sector petrolero y los cambios que aún no llegan a Petorecuador.