Tras la rueda de prensa en la que aceptó la
designación de Peres,
Livni dijo por teléfono a
Netanyahu que él es perfectamente consciente de su posición con respecto a sus reclamaciones sobre el nuevo gobierno y que no hay nada que impida que se reúnan, informa la prensa israelí.
En la comparecencia ante los medios, el líder del Likud tendió la mano al Kadima y al Partido Laborista para que se unan a él en la formación del nuevo gobierno. "
Os pido que nos reunamos primero para discutir el gobierno de unidad nacional por el bien de la población y del Estado", señaló.
Pero Livni, ministra de Exteriores en funciones, ha manifestado en más de una ocasión que si el Likud encabeza el nuevo gobierno el Kadima pasará a la oposición porque no está dispuesto a formar parte de una coalición de mayoría de derechas.
Además, Livni envió el jueves un mensaje de texto a 80.000 seguidores del Kadima en el que lamentaba que "
se han sentado las bases para un gobierno de extrema derecha bajo (el liderazgo de) Netanyahu" y afirmaba que los israelíes que votaron a su partido no lo hicieron para que el Kadima se uniera a un gobierno de derechas, por lo que manifestaba que ejercerá de alternativa en la oposición.
Compañeros de Livni han señalado que la propia ministra sabe que puede recibir muchas ofertas de Netanyahu con respecto al reparto de carteras ministeriales, pero que no está dispuesta a sacrificar su ideología.