111 víctimas necesitan asistencia médica tres años después de los atentados

Fuentes de la Consejería de Sanidad han explicado que de las cerca de 2.000 personas que resultaron heridas en los atentados del 11 de marzo, hay 111 pacientes que continúan recibiendo asistencia sanitaria, especialmente de traumatología, cirugía plástica, oftalmología y neurocirugía, en la Comunidad

El hospital 12 de Octubre es el que más pacientes asiste, con un total de 60, y le sigue el Príncipe de Asturias con 15. El resto están repartidos entre los siguientes centros: Gregorio Marañón (5); La Princesa (7); La Paz (7); Ramón y Cajal (4); Puerta de Hierro (2); Clínico San Carlos (3); Móstoles (1); Severo Ochoa (5), y Hospital de Getafe (2).

En general, la mayoría de los pacientes reciben asistencia de forma ambulatoria, salvo cuando ingresan para alguna intervención quirúrgica. En cuanto a la joven que permanece en coma, portavoces de la Asociación de Víctimas del 11-M han recordado que Laura se encuentra en este estado como consecuencia de la heridas que sufrió aquel día cuando se encontraba en una de las tres estaciones en las que estallaron las bombas.

La demanda de asistencia psiquiátrica se centra casi en exclusiva en las zonas más afectadas por el atentado, Corredor de Henares y Vallecas, y los casos que quedan en seguimiento son los más graves y, por lo tanto, los que mayor intensidad en los tratamientos precisan.

207 pensiones
Por otro lado, la Seguridad Social ha reconocido un total de 207 pensiones extraordinarias como consecuencia del atentado. De todas ellas, 164 fueron por fallecimiento y 43 por incapacidad permanente. Las 31 pensiones extraordinarias restantes se han reconocido por Incapacidad Permanente Total, que inhabilita al trabajador para la realización de todas las tareas -o las más fundamentales- de su profesión habitual, aunque puede dedicarse a otra distinta.


Accidentes laborales
En junio de 2006, en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, dijo que el fallecimiento de las personas que estaban dadas de alta en la Seguridad Social en el momento del atentado podía ser considerado accidente laboral "in itinere", el producido en el trayecto de ida o vuelta al trabajo.

El ministro confirmó entonces que todos los fallecidos habían sido condecorados con la medalla al Mérito en el Trabajo, en un gesto de homenaje por parte de todos los españoles por la conducta socialmente útil y ejemplar de las víctimas y en reconocimiento de los daños sufridos cuando se dirigían a cumplir con sus tareas.

En esa fecha, algo más de dos años después del atentado, la Seguridad Social había concedido 127 pensiones extraordinarias, lo que representaba el noventa por ciento de las prestaciones solicitadas hasta ese momento y había 48 víctimas que tenían derecho a pensión pero todavía no la habían pedido.