La viga, la paja y los dos marianos

Los ecologistas, los defensores de los animales, los que creen ser de izquierdas-quizás haya llegado la hora de redefinir qué es eso de izquierda y derecha- los propios militantes del Partido Socialista Obrero Español y algunos miembros del Gobierno, que ya han hablado, están justamente indignados con el ya ex ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo, entre otras causas por sus tres últimos errores: la mala gestión de la huelga de magistrados, la cacería coincidente con el juez Garzón en una finca andaluza, y su ignorancia legal del permiso de caza en una Comunidad Autónoma que no era la suya.

El otro Mariano(Rajoy) debe sentirse feliz como el propietario de un reloj suizo, al comprobar que sus amenazantes campanadas de estos últimos días (“son las 12,15…son las 13.30….son las 17.20….y Bermejo no ha dimitido”) han logrado su efecto. Las de Rajoy han sido las “campanadas de la muerte””, y hasta Orson Welles hubiera filmado este guión. El PP ya es feliz: han cazado al cazador; los grandes animales políticos (el hombre es un animal político, según los clásicos) se han cobrado la primera pieza; ahora van a por la segunda, Baltasar Garzón.

Los correligionarios del líder del PP se frotan las manos y quizás hasta han brindado con champán. Algunos de ellos ya han hecho sus solemnes declaraciones, como el inefable ex ministro de Defensa Federico Trillo, aquel que vivió de forma impávida un tremendo accidente militar y que resolvió de forma macabra la identificación de los cadáveres. Ha calificado la gestión política de Bermejo de “nefasta”…olvidándose de la suya. ¡Y no dimitió al día siguiente! Sí, es fácil ver la paja en el ojo ajeno, sin ver la viga en el propio. Trillo también exigía desde su escaño en el Congreso la dimisión de Bermejo, mirándole de reojo sobre sus caídas gafas de miope al modo de un sumo pontífice regañando a un obispo negacionista.

¡Qué fácilmente se olvidan los errores y desvergüenzas propias cuando se trata de derrumbar al rival político! ¡Con qué cinismo se señala con el dedo –se dispara con el dedo- al contrario, olvidando que se le acusa de lo mismo que el acusador hace! Para cacerías, las del PP: ¿o ya se olvidó la tragedia del Prestige, gobernando José María Aznar, cuando algunos de sus más honorables dirigentes prefirieron irse de caza, como hicieron Manuel Fraga y Alvarez Cascos? Aquello sí que fue una tragedia (como la de los militares de Trillo), y no que coincidan un juez y un ministro en una caza de venados. Y los cazadores (¿se sabe si tenían licencia?, ¿se sabe si les acompañó algún jefe de la policía?, ¿se sabe si tenían permiso en el lugar donde cazaron?) ni siquiera contestaron al clamor de la tragedia del chapapote ni dieron en principio muchas señales de preocuparse por aquella catástrofe.

Los medios de comunicación se están mostrando inmisericordes con el ya ex ministro Bermejo, centrándose en sus posibles errores, pero olvidando que el fondo del problema que ha originado su salida es la investigación en torno a la corrupción que circunvala el PP en las Comunidades Autónomas de Valencia y de Madrid, gobernadas por el impoluto Partido Popular. Da casi vergüenza escuchar a no pocos participantes ilustres en las tertulias de las distintas cadenas radiofónicas arremeter contra el fallido ministro, desviando al mismo tiempo la mirada del verdadero escándalo nacional, que es la corrupción política que se está investigando judicialmente.

Casi todo el mundo parece haber olvidado que el escándalo no son los venados conseguidos al alimón por el juez y el ministro, sino la melodía encadenada en el entorno del Partido de la Oposición y ubicada en las dos poderosas Comunidades Autónomas citadas, que son las que están siendo objeto de una investigación, y que está llevando al conocimiento de la opinión pública no pocas informaciones de posibles fraudes, comisiones, cohechos y multimillonarios repartos irregulares de los dineros públicos. ¡Este es el verdadero escándalo, y no la también condenable -sea Rajoy o sea Bono quienes la critiquen- cacería de Bermejo y de Garzón!