Buenos Aires quiere copiar el Metro de Madrid

Los representantes bonaerenses pudieron conocer innovaciones medioambientales del suburbano tales como el uso de agua reciclada en el lavado de los trenes, el aprovechamiento de las aguas freáticas de Metro y de la fuerza de frenada para el arranque de los convoyes o la instalación de escaleras mecánicas ralentizadas y luminarias de bajo consumo.

La delegación fue informada sobre el reciclaje de las tierras que se extraen durante las excavaciones de túneles de Metro. En concreto, estos residuos se reutilizan en obras de construcción y conservación de carreteras, de urbanización, así como el acondicionamiento de parques y jardines para modelar el terreno, dotando gracias a ello a los barrios y municipios de Madrid de nuevos parques y zonas verdes, con la plantación de más de 180 especies diferentes de plantas y árboles. Durante la visita, los argentinos pudieron conocer también la apuesta del Ejecutivo autonómico por los combustibles ecológicos, ya que la flota de autobuses interurbanos cuenta con 218 vehículos movidos por biodiésel.

De esta manera, según explicó el viceconsejero Luis Armada, la construcción de nuevas infraestructuras se realiza "con el máximo respeto al medio ambiente y la protección del entorno". "Gracias al tratamiento al que sometemos a estos escombros, evitamos que acaben en vertederos, damos salida a este tipo de materiales, aprovechamos los recursos y preservamos el medioambiente", recalcó.

Cumpliendo con Kyoto
Metro de Madrid se ha convertido en la primera gran compañía metropolitana del mundo en implantar un Sistema de Gestión Medioambiental acorde con la Norma ISO 14001 para cumplir el protocolo de Kyoto. Armada destacó que "la esencia propia del Metro es la de ser un servicio público con valor ambiental intrínseco, ya que la utilización de este medio de transporte permite reducir las congestiones de tráfico, el ruido y la contaminación asociadas a ellas, siendo además un método de traslado que utiliza como fuente principal la energía eléctrica, considerada una de las más ecológicas".

Según datos del Gobierno regional, cada persona que utiliza el suburbano en lugar del coche durante un año realiza una aportación similar a plantar 30 árboles al evitar emisiones de dióxido de carbono (CO2). Metro de Madrid transporta al 42 por ciento de los viajeros que se desplazan por la región y sus emisiones de CO2 no llegan al 1 por ciento de toda la Comunidad.