Haciendo un llamado a superar los males que afectan al continente, el Papa entregó un mensaje de paz y reconciliación que ayude a dejar atrás la guerra y la pobreza.
En una multitudinaria misa realizada en Luanda, capital de Angola, Benedicto XVI pidió al mundo prestar atención a África, asegurando que es un "continente que anhela justicia, paz y un desarrollo integral que garantice un futuro a sus pueblos".
Al mismo tiempo, el Sumo Pontífice invitó a los pueblos africanos a liberarse "de los males del pasado para construir un futuro mejor" y "mirar el futuro con esperanza" para construir una "herencia duradera de reconciliación, justicia y paz".
Ante los miles de asistentes de todas las etnias y tribus del sur de África, Benedicto XVI pidió un cese al "conflicto en los Grandes Lagos", refiriéndose a la guerra que sostienen Burundi, Ruanda, Uganda, y la República Democrática del Congo.
Durante su mensaje de paz, el Papa recordó a los asistentes que "la guerra puede destruir todo aquello que tiene valor: familias, comunidades y las esperanzas que guían la vida", asegurando que "la guerra, en los feroces frutos del tribalismo, las rivalidades étnicas y la codicia corrompen el corazón del hombre y los reduce a esclavos".
Al concluir el masivo encuentro, el Sumo Pontífice manifestó su dolor por la muerte de 2 adolescentes, quienes fallecieron ayer en una estampida ocurrida en el estadio de la capital angoleña, donde el Papa ser reunió con miles de entusiastas jóvenes.