Pide CNDH a partidos dejar pleitos y ofrecer propuestas

El Ombudsman nacional, José Luis Soberanes, llamó a los partidos políticos a dejarse de pleitos en la actual contienda electoral y ofrecer propuestas sobre planes de gobierno y trabajo para que los ciudadanos puedan definir su voto.

Entrevistado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) consideró que las confrontaciones protagonizadas por los partidos "sólo sirven para prostituir la política".

Criticó que "nuestros políticos se dediquen más a pleitos de lavadero en lugar de hacer propuestas para avanzar, por lo que les pido que tengan miras más altas" y no recurran a discusiones que sólo hacen avanzar la antidemocracia.

Soberanes Fernández advirtió que tomar como rehén electoral el tema de la seguridad puede resultar un revés para el proceso de la democracia en el país, pues la gente en lugar de esperar propuestas de planes de gobierno y trabajo ven pleitos.

Más adelante, el titular de la CNDH manifestó su abierto rechazo a la pena de muerte porque "es salvaje e innecesaria y ya está superada, por lo que es poco afortunado que se vuelva a retomar como bandera electoral ya que representa un retroceso".

Por otra parte manifestó que la institución que encabeza ya hizo algunas observaciones a la Ley de Extinción de Dominio que fue promulgada en el Distrito Federal, pero respecto a la que procesa el Senado de la República aún no la conoce.

Sobre lo señalado en Estados Unidos respecto a que con su combate al narcotráfico el presidente Felipe Calderón cambió la historia de México, Soberanes dijo: "todavía falta un rato para cambiarla".

Al respecto consideró que se requieren medidas más radicales para cambiar la ola de criminalidad que sufre el país con secuestros, extorsiones y los casi dos mil asesinatos que se han registrado en los primeros tres meses de 2009.

También dijo que el actual sistema penal, de justicia y de impartición de la misma está "parchado", por lo que se requiere una reforma penal a fondo, porque solo uno por ciento de los delincuentes está en la cárcel.