Peleas por doquier

Para este sábado estaban agotadas las carteleras de acontecimientos previstos: Manifestaciones en Pamplona, contra la eventualidad de un acuerdo de socialistas y Nafarroa Bai, que pudiera conducir a la gran Comunidad Navarro-euskaldún, y también y paralelamente, movilización a la contra de Lab, Batasuna y restantes abertzales. Eso en la capital Navarra, convertida en centro de la confrontación gobierno-oposición ya con muchísimos capítulos. Pero, al mismo tiempo, en unas cuantas ciudades españolas estaban convocadas movilizaciones para protestar, cuatro años después, contra la ya histórica Foto de las Azores, que muestra felices y triunfantes a Bush, Blair y Aznar, en vísperas de proceder a la invasión d e Irak, de siniestro recuerdo y ,mucho más siniestros efectos. Cuatro años después, cientos de miles de ciudadanos irakíes han perdido la vida como consecuencia de la frivolidad de unos políticos que querían 'ganar el mundo', o el petróleo irakí, destrozar las Naciones Unidas y actuar a su antojo.

   Pero las peleas del momento no se limitan a éstas reseñadas, de izquierda contra derecha o viceversa. Ni tienen en estos escenarios sus desarrollos exclusivos. Por ejemplo, es batalla que bien merece seguimiento la que se viene desarrollando en las instituciones judiciales, y en particular en el llamado 'gobierno de los jueces', que aspira a ser tercera cámara y decisiva en cuestiones cruciales.

   El Consejo del Poder Judicial, como cabe recordar, se constituyó para vigilar y estimular que los jueces cumplan sus obligaciones de dictar sentencias y sentencias adecuadas. Pero últimamente está tenido una preocupación mucho más viva y notable: la de oponerse a la línea de actuación del gobierno en todos aquellos aspectos que pudieran resultar contrarios al pensamiento de una mayoría conservadora que se ha asentado en un consejo cuya vigencia ya ha caducado, pero que se niegan a renovar por lo que pudiera tener de pérdida de posiciones 'alcanzadas'. Pues bien, ante esta situación, y después de poner al ministro Bermejo como vigilante de la situación, el Gobierno pretende evitar que el actual Poder Judicial en funciones tome decisiones relevantes, para ello, baraja reformas que impidan, por ejemplo, al Consejo en funciones, hacer nombramientos clave. Los vocales conservadores ponen el grito en el cielo, y aseguran que tales reformas limitarían la independencia judicial. Pero ya se han producido acuerdos de suma importancia tras haber concluido el mandato de los que se resisten a ser relevados, como la designación del Presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia, o dos nuevos magistrados del Supremo. ¿Podrá el gobierno cambiar la ley para  bloquear el actual poder judicial? Esa es la cuestión, en este pulso de ahora mismo. Una enmienda pactada entre PSOE e IU podría conseguir que se limitaran de forma drástica  las competencias del CGPJ  mientras este consejo 'caducado' siga en funciones. No podría hacer nombramientos para los Altos tribunales y sólo estaría autorizado a despachar cuestiones de puro trámite. Pero probablemente sucede lo que la vicepresidenta ha calificado como falta de voluntad del PP de pactar la renovación del consejo. Es otro escenario de la batalla que se libra por doquier.