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Washington está listo para asumir un rol de liderazgo en la lucha contra el cambio climático, dijo el domingo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en una declaración que fue recibida con cautela por sus anfitriones europeos reunidos en Praga.
"Juntos, debemos afrontar el cambio climático finalizando la dependencia mundial de los combustibles fósiles, revelando el poder de nuevas fuentes de energía como el viento y el sol, y pidiendo a todas las naciones que hagan su parte", dijo Obama en un discurso fuera del Castillo Medieval de la capital checa.
"En este esfuerzo mundial, Estados Unidos está preparado para liderar", manifestó.
Obama ha tomado una postura más proactiva que su predecesor George W. Bush sobre el calentamiento global, que según científicos es provocado por la liberación de gases como el dióxido de carbono.
El mes pasado, Obama invitó a 16 "grandes economías", incluyendo a la Unión Europea, a formar parte de un foro sobre cambio climático para ayudar a la firma de un tratado de Naciones Unidas en una conferencia prevista para diciembre en Copenhague.
"Estados unidos será un socio activo en el proceso de Copenhague y más adelante", dijo Obama a los 27 líderes de la UE en la cumbre del bloque y Estados Unidos.
"Debemos no sólo alcanzar un acuerdo entre nosotros sino también presentar un enfoque común que llevará a otros países al diálogo", aseveró.
Jose Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, sostuvo que Estados Unidos y Europa se habían acercado para llegar a un acuerdo sobre el asunto.
"Recibimos con agrado las medidas tomadas por la nueva administración estadounidense y la creciente convergencia entre las posturas europeas y las estadounidenses sobre ese asunto", dijo a periodistas después de la cumbre en Praga, pero agregó que había mucho camino por recorrer.
Los comentarios de Barroso sugerían que además de un tono levemente más positivo sobre el cambio climático, la cumbre entre la UE y Estados Unidos no pareció dar resultados concretos inmediatos sobre temas transatlánticos clave.
Las conversaciones sobre cambio climático en Copenhague buscan trazar un nuevo pacto para combatir el calentamiento global, reemplazando al Protocolo de Kyoto de 1997 de Naciones Unidas, y se espera que Estados Unidos participe con un compromiso significativo.
La Unión Europea se ha comprometido a recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 por ciento para el 2020, y está lista para ir más allá si las naciones en desarrollo también proyectan ambiciosas reducciones
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