Correa señaló que en la cumbre, que supondrá la primera ocasión en que el presidente estadounidense, Barack Obama, se reúna con los mandatarios latinoamericanos, expondrá esos tres "temas fundamentales (...) en los cinco minutos que tenemos para intervenir cada presidente".
De ese modo, el mandatario ecuatoriano hablará sobre su visión de la crisis económica, cuya solución, dijo, no pasa por "parchar (poner parches) el modelo"; de la participación de Cuba en el sistema interamericano, porque ese país no puede seguir excluido, "es una barbaridad", y de la migración.
Correa, en una entrevista con radio Quito, resaltó este último asunto, ya que como señaló: "nos dicen que tenemos que liberalizar mercancías, liberalizar capitales y cada vez se restringe más la movilidad humana, eso no tiene sentido".
Asimismo, ante la expectación que supone el encuentro del nuevo presidente estadounidense con los latinoamericanos, Correa calificó de "muy tibia" la política de Obama porque no ha percibido "muestras claras de un cambio radical" de ese país respecto a América Latina.
Por otra parte, el mandatario ecuatoriano se refirió a las divergencias que su país vive con la Comunidad Andina (CAN), con quien pugna por mantener una restricción a las importaciones frente a la petición del organismo regional de que respete las preferencias arancelarias con sus socios andinos.
Según Correa, "habrá que replantear muy seriamente el futuro de la CAN" y recordó la débil situación del organismo después de que Venezuela lo abandonara y de que, en su seno, Perú y Colombia negocien por separado un acuerdo con la Unión Europea (UE), o que Colombia y Ecuador rompieran las relaciones diplomáticas.
Para el presidente ecuatoriano, la CAN fue trastocada por el neoliberalismo hasta llegar al momento actual en el que "no considera especificidades como la de Ecuador, que no tiene moneda nacional".
Correa se unió a su canciller Fander Falconí en la defensa de las medidas arancelarias sobre las importaciones, que su Gobierno aplica desde enero pasado, para intentar equilibrar la balanza de pagos en el marco de la crisis financiera internacional.
Esas medidas suscitaron la protesta de sus socios andinos que se vieron perjudicados por las restricciones y los impuestos sobre las importaciones.
Pero Ecuador argumenta que el país también se ha visto perjudicado por las devaluaciones monetarias aplicadas por Perú y Colombia, medida que el Gobierno ecuatoriano no puede tomar, pues su economía está dolarizada desde el año 2000.
"La nueva integración no pasa sólo por la integración comercial, sino que incluye la integración de infraestructura, de conectividad, energética y financiera", añadió el mandatario.
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