Entre los fallecidos hay soldados, policías y civiles, mientras que varios vehículos quedaron destruidos a causa de la explosión.
Las fuerzas de seguridad han acordonado la zona y los heridos han sido trasladados a un hospital cercano.
El presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, y el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenaron el ataque y aseguraron que los integristas serán derrotados, según un comunicado oficial. El jefe del Ejecutivo ordenó la apertura de una investigación para esclarecer lo sucedido.
El distrito de Hangu, que linda con las volátiles áreas tribales fronterizas con Afganistán, ha sido escenario en los últimos meses de varios atentados, secuestros y otros actos violentos, en especial contra las fuerzas de seguridad.
Tanto las áreas tribales como algunas zonas de la NWFP son utilizadas como refugio por numerosos grupos de la insurgencia talibán y miembros de la red terrorista Al Qaeda.