Gabriel Cañizares, campeón de España PGA

Cañizares salió a la final a dos golpes del líder, Ignacio Garrido, pero compensó con buen juego una jornada decisiva y cuando necesitó el apoyo de la fortuna le acompañó la suerte del campeón, como en el eagle del 9, un par 4 que comenzó su lanzamiento definitivo hacia el título. “Salí sin expectativas, a ver lo que pasaba, porque no podía empezar a jugar pensando en el resultado. He jugado bien y he pateado muy bien y esa ha sido la clave".

Gabriel, saca de su victoria importantes consecuencias. La más trascendente: que continúe con su carrera como profesional de golf. “La verdad es que me di de plazo este año y me dije que si no conseguía resultados el año próximo lo dejaba, pero no quería abandonar el golf sin haberlo intentado de verdad y este año estoy trabajando con Oscar del Río (un psicólogo deportivo), estoy yendo a un gimnasio y estoy entrenando de manera muy seria. Por eso esta victoria me viene muy bien y me siento muy feliz. Cuando se le recuerda que su padre, José María, fue el primer campeón del PGA de España, en 1985, Gabriel se mostró más contento “porque me hace ilusión que me comparen con mi padre”.

Compartiendo partido estelar iban Jesús María Arruti y el líder en el tee del 1, Ignacio Garrido. Arruti  no encontró el camino del birdie y ocho pares y un bogey por los primeros hoyos le alejaron un tanto de la lucha por el título. Ignacio, por su parte, cometió un error en el 4 con un putt corto y quizá salió descentrado en el siguiente, que le costó un doble bogey demoledor. Garrido después jugó de forma correcta, pero necesitaba un plus que no pudo alcanzar porque “me faltó algo de fe. Llevo una temporada en que salgo de líder y no soy capaz de rematar y eso me está afectando por el lado negativo, en lugar de hacerlo por el positivo para romper la tendencia. De todas formas es importante estar ahí y espero que se solucione este proceso. Pero no hay nada que oponer al triunfo de Gabriel porque ha jugado bien y cuando se le han torcido las cosas ha sabido reaccionar y ha tenido la fortuna de su lado. Es un justo campeón”. Algo así pensaba también Arruti, quien comentaba que “nos ponía el caramelo en la boca y nos lo quitaba… Cuando parecía que podía perder algún golpe y permitir acercarnos, se sacaba un gran golpe de la manga y nos dejaba como estábamos”.

La final alcanzó momentos  espectaculares con Balmaseda, Manuel Quirós, Carlos Suneson y Carlos García apretando. García, campeón de España en 2005, igualó el record del campo (62) y después de cinco birdies del 6 al 9 estuvo al acecho de que algunos fallos de los de arriba le permitieran entra en la pelea por el título. Balmaseda, con tres birdies hasta el 12, no jugó “tan bien como el día anterior y el resultado de la final es el que merecía por mi juego”. Manuel Quirós estuvo de líder tras el eagle del 1 y el birdie del 4, luego el bogey del 9 le frenó y el hoyo en uno que hizo en el 14 le dio de nuevo unas esperanzas que no pudo culminar, y Carlos Suneson, la gran esperanza local, inició la vuelta con un eagle y llegó a estar segundo con dos birdies en el 10 y 11, pero acabó con un bogey tonto en el 18 que le costó no poder compartir el segundo puesto final. “He remado para nada”, decía el vigente campeón de España, “pero no he jugado lo suficientemente bien como para poner en serios aprietos al líder”.