Caja Madrid ve la luz al final del túnel

El Ejecutivo de Aguirre ha decidido plegarse a la interpretación que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hace de la LORCA (Ley de Órganos Rectores de Cajas de Ahorros). Esto pasa por devolver al Ayuntamiento de Madrid, si bien no toda, parte de la representación que perdía con la nueva legislación y que los consistorios de las localidades donde la caja tiene sucursales (Sevilla, Málaga, el sector de Cataluña) no pierdan la suya.

Este reconocimiento es el primer paso para desbloquear la situación y así se plasmará en la nueva ley que el Ejecutivo prevé acabar en un plazo "brevísimo" de tiempo. El segundo paso, según confirmó este lunes el consejero de Economía a preguntas de Madridiario, es iniciar una ronda de contactos con el Partido Socialista de Madrid, Izquierda Unida, UGT, CCOO y el sector independiente de Caja Madrid para presentárselo y limar las últimas cuestiones. Con este "consenso madrileño", Aguirre presentará su ley al Estado para que a su vez le dé el visto bueno y se llegue a un "consenso estatal".

Malos augurios para Blesa
Los responsables de la Comunidad venían defendiendo que con la primera ley de cajas -que los votos del PP aprobaron en la Asamblea de Madrid- "estábamos en la LORCA". El hecho de que el Tribunal Constitucional aceptase el recurso del Estado hizo que la tesis se replantease forzosamente, por lo que ahora el objetivo es salvar el bloqueo y celebrar las elecciones a los órganos rectores -incluido el Consejo de Administración- antes de final de año.

Precisamente, parece que en lo único que hay consenso excepto con la parte 'gallardonista' es en que Miguel Blesa no tiene por qué seguir como presidente de la entidad financiera. Tomás Gómez, secretario general del Partido Socialista de Madrid, está en esa terna, por lo que pide a la presidenta de la Comunidad que "en vez de pegarse con Gallardón en Caja Madrid, no vendría mal que usase la caja para trasladar financiación a la pequeña y mediana empresa y a los autónomos".