La vídeo-guerra marca un inicio de campaña cargado de reproches para movilizar a los electores

La pegada de carteles empezó caliente en la noche del viernes en Madrid. En una noche calurosa, PP y PSOE aprovecharon el video socialista con el que dio comienzo su campaña electoral para lanzarse reproches mutuos. Ambos partidos intentaron dar un tono agresivo a los mensajes para movilizar a los suyos.

El PSOE eligió Colegio Gredos San Diego, ubicado en el barrio obrero de Entrevías (en Vallecas), para centrar sus ataques contra la derecha ante unos centenares de militantes y simpatizantes.

Blanco se preguntó por qué el PP se molesta con el video socialista, ya que no se nombra al PP, aunque reconoció que los populares “tienen razones para irritarse, son lo más anticuado de la derecha europea”. “El partido se juega aquí en España porque tenemos a la izquierda que es la vanguardia de Europa”, aseguró.

Ante gritos de “este partido lo vamos a ganar”, en referencia al lema del PSOE de “Este partido se juega en Europa”, el candidato socialista Juan Fernando López Aguilar animó a los simpatizantes socialistas a acudir a las urnas porque “la derecha va a votar el 7 de junio”.

Sudoroso, en mangas de camisa y con corbata, Aguilar aseguró que Zapatero no se juega nada en las urnas: “el 7-J no está en juego el Gobierno de Zapatero, está en juego el futuro de Europa”.

Sobre el vídeo, el candidato resumió la movilización que el PSOE quiere para esta campaña: “recuerda el poder transformador del voto”, igual que ocurrió “al otro lado del Atlántico” en la elección presidencial de Barack Obama.

Comienzo del cambio

El PP dio el pistoletazo de salida de la campaña electoral de las europeas arremetiendo con dureza contra el vídeo que han elaborado los socialistas y contra el gobierno de Rodríguez Zapatero al que auguró un corto futuro. Un Mariano Rajoy más entusiasmado de lo habitual, vaticinó que el 7 de junio “será una fecha emblemática” porque está convenido de que comenzará “un cambio político por el  bien de España y de los españoles”.  

Como viene siendo ya tradicional en fechas electorales el PP decidió abrir la campaña a las europeas a pie de calle. En el escenario habilitado en la sede del partido, ante varios centenares de seguidores que agitando banderas del partido se agolpaban en la madrileña calle de Génova – cortada al tráfico desde antes de las once de la noche-, Mariano Rajoy, el candidato a las europeas, Jaime Mayor Oreja, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, dieron el pistoletazo de salida a la campaña de unas elecciones europeas en donde el mayor ‘espantajo’ es la previsible alta abstención ciudadana.

Por ello, los cuatro dirigentes del PP se afanaron en llamar a a la movilización y en animar a sus votantes a acudir a las urnas cuando se  marcará el comienzo de un cambio político en España. Entonces el PP podrá celebrar no solo “esa victoria” sino "muchas victorias más” en el futuro.

Junto a Rajoy, Mayor Oreja y los líderes madrileños, se encontraban también en el escenario  la vicesecretaria de Organización,  Ana Mato, y la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría.  

Rajoy arrancó los aplausos del entregado público - que le gritaban "presidente,presidente"- al arremeter con la decisión del Gobierno de dejar que “a una niña de 16 años se le prive del cariño de sus padres”, en alusión a la reforma sobre la ley del aborto que ha promovido Zapatero, al que exigió “que no juegue con los sentimientos de las familias”. El líder del PP, emulando a Mayor Oreja, desgranó su discurso más conservador hablando de la “pérdida de valores” y descalificando también el modelo educativo de los socialistas, su falta de capacidad para sacar al país de la crisis y la ausencia, en general, de cualquier ética moral y política.  “Todo esto va a cambiar”, dijo Rajoy, elogiando a su candidato europeo ante el que aseguró que lo que necesita nuestro país es “un Gobierno que  genere confianza y no improvise”.

Pero el video electoral de los socialistas fue el principal objetivo de las critica de los dirigentes del PP. Rajoy se limitó en esta ocasión de calificarlo de “mal estilo", pero Esperanza Aguirre fue especialmente dura: “si sacan a pasear al doberman y meten miedo es que saben que van a perder”, dijo, mientras acusaba a los socialistas  de “sectarios y manipuladores”.

La lideresa auguró “una victoria arrolladora” del PP, al igual que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón que arengó a los simpatizantes congregados en la calle Génova a no faltar a la cita con las urnas para que su partido tenga mayor peso en el Parlamento Europeo.