Chacón al Hoyo

De muy poco le ha servido a la ministra de defensa tener un consorte con tanta experiencia mediática. O quizá todo lo contrario viendo la nefasta gestión y el apagón informativo de la situación que se está viviendo en la Academia de Ingenieros del Ejército de Tierra en Hoyo de Manzanares.

Que nadie se confunda: no se están buscando culpables para el contagio. El único responsable del contagio del virus es el propio virus. Nada más. Pero lo que es del todo inaceptable es que se autorizaran visitas de escolares como las del Colegio Virgen de la Encina a sabiendas de que ya había militares ingresados en el Gómez Ulla y otros con mascarillas y asilados en cuarentena en el mismo cuartel. Seguramente el contagio era casi imposible, como ha sido en la gran parte de los casos, pero es inaceptable que por una mera cuestión de imagen no se informe a la ciudadanía o simplemente no se posponga una visita escolar que igual que se hizo el miércoles pasado se podría haber hecho dentro de un mes. Pero no sólo preocupan los niños, que afortunadamente están todos bien: a los militares de la academia se les amenazó bajo pena de arresto para que no comunicaran nada del brote a sus familiares ni amigos. Pero los virus son como las noticias: antes o después se propagan.

El primer responsable es el director de la academia por autorizar las visitas, pero la ministra también tendrá que decir algo por conocer un tema desde el lunes, no decir nada durante toda la semana y dejar que su compañera de gabinete Trinidad Jiménez afrontara ella solita en una comparecencia en el congreso el primer zurriagazo informativo. Con colegas así Trini no necesita más enemigos.

Los que sufren a la ministra Carme Chacón a diario saben que le tiene más miedo a un micrófono que un gato al agua. Pura imagen, puro marketing, pura “ministra fashion” y cero en gestión, cero en respuestas y cero en altura de miras. Al final Chacón va a hacer buena a Trini: este “marrón” de la gripe A ha sido el primer gran problema que ha tenido que gestionar la otrora concejal del ayuntamiento de Madrid. Y sinceramente lo ha hecho con nota. Pero entonces ha llegado la ministra más ineficaz: una ministra que cree que puede mandar a un virus que se ponga firme y que se le suspenden todos los permisos para contagiar.