Los 'brotes verdes'

Curiosa la metodología semántica de un país en evolución hacia la modernización pendiente, (como me acuerdo de un término parecido utilizado entre los años sesenta y setenta por unos señores que... bueno, Dios los tenga en su gloria).

   Para uno, que está a punto de entrar en la tercera edad, pues qué quiere que le digan, que le suena algo así como un poco estratosférico, la utilización de términos como este nuevo que se  ha puesto de moda: "los brotes verdes", que me recuerda a las judias verdes, tan saludables para los maltratados cuerpos por la comida basura, y que tanto odian los crios.

   Bien, dejemos la coña a un lado y hablemos  en serio de estas cosas que no está la ciudadanía para chistes y mas si son malos como es éste el caso. Resulta que algunos que se creen muy listos a la hora de analizar eso que llaman economía, pues dicen que advierten unos brotes verdes dentro de la crisis, como si del desierto, de un erial, comenzasen a aflorar elementos para el optimismo.

   Pues muy optimistas deben ser estos señores. Porque, en lo que es la economía real, nada de nada. No se advierten signos ni verdes ni blancos ni rojos ni nada. Si acaso, lo que un castizo diría dejandose de silogismos mas o menos cursis: tenemos menos porvenir que un espía sordo. Tenemos un porvenir demasiado negro. Dejemosnos de otro tipo de zarandajas. El presidente de la Real Academia Española de Economía y Finanzas, el organismo mas solvente en esta materia, Jaime Gil Aluja,lo ha dejado claro: hay que prepararse para una "segunda ola de falta de liquidez", provocada por el dramático incremento de la morosidad.

    Y aquí estamos en la misma de los ultimos tiempos. A Zapatero le va a  pillar esta segunda oleada con el pie cambiado. En Caja Madrid advierten que hay tres o cuatro grandes inmobiliarias, del tipo de Martinsa Fadesa, a punto de presentar suspensión de pagos. Entre ellas Reyal-Urbis, incapaz de cumplir su plan de viabilidad.

   Y luego, a ver que pasa con esos dos millones de familias que no pueden hacer frente a sus deudas. Tímidamente, el PP - sorprende tal actitud en un partido ultraliberal-, propone "una norma para proteger a esas familias y encontrar una solución a su problema". Aunque su portavoz parlamentaria, Soraya Saenz de Santamaría, no concreta más, uno supone que se trata de un plan para paliar el sobreendeudamiento mediante la refinanciación de deudas. Algo que ya funciona en otros paises de Europa.

   Pero aquí no. Aquí, antes de poner el abrigo para evitar el enfriamiento, preferimos ingresar al acatarrado cuando ya tiene la pulmonía. Y eso es lo que va a pasar. Si se afronta con valentía el problema de la morosidad, tanto la empresarial como la familiar, evitaremos la quiebra del sistema financiero. ¿Es tan difícil de entender?. ¿No?. ¿El Real Madrid que, otra vez campeón de Europa?