La marea azulgrana toma las calles del centro de Roma

Los hinchas azulgranas ganaron en esa batalla a los ingleses, que también pasearon por la ciudad con camisetas de su equipo, aunque de forma más discreta y en aparente menor número, prefiriendo concentrarse en otros puntos, especialmente en los alrededores del estadio Olímpico, escenario del choque.

Uno de los epicentros del encuentro entre aficionados del Barça estuvo en la Piazza di Spagna (Plaza de España), cuya célebre escalinata fue ocupada por hinchas, en su mayoría con los colores del club (azul y granate).

Aunque las banderas de Cataluña, algunas independentistas, fueron las más recurrentes, también podían verse otras de distintas regiones del país, como la de Angela y Francisco, una pareja de Pamplona (Navarra, norte de España), que no quiso perderse la posibilidad de ver a su equipo levantar el trofeo europeo.

"Ya estuvimos en París (victoria del Barcelona en la final de la Champions de 2006) y no podíamos perdernos esto. Parece que incluso hay más ambiente que la otra vez", comentaron en las escaleras de la plaza.

Los cánticos más repetidos hacían referencia al eterno rival, el Real Madrid, club más laureado de España y Europa, pero que este año ha tenido que conformarse con la segunda posición del campeonato nacional, después de caer en la Liga de Campeones en octavos de final ante el Liverpool.

Detrás de Angela y Francisco, un grupo, también procedente de Navarra, discutía sobre quién será el próximo entrenador del club blanco, sin llegar a un acuerdo y citando en varias ocasiones el nombre del danés Michael Laudrup, que como futbolista vistió la camiseta del Barcelona y del Real Madrid.

Otro lugar donde la presencia de hinchas azulgranas resultó masiva fue la Fontana de Trevi, uno de los lugares más turísticos y visitados de Roma.

Allí, muchos de ellos buscaban un hueco para fotografiarse con las esculturas de la célebre fuente, mientras los turistas, algunos de procedencia asiática, asistían perplejos al espectáculo de esta pecular 'invasión', sin perder ocasión de inmortalizar con sus cámaras los momentos más pintorescos.

Justo enfrente de la fuente, una guía turística que llevaba una pequeña bandera brasileña y que lideraba a un grupo de visitantes de ese país iniciaba en portugués sus explicaciones sobre el monumento comentando a qué se debía la presencia masiva de aficionados de fútbol.

Aprovechando la ocasión y las ventajas para moverse en líneas de autobús con la entrada del partido, algunos aficionados decidieron aprovechar el desplazamiento para realizar visitas culturales.

En la zona del Panteón, dos jóvenes discutían sobre la mejor forma de llegar al Coliseo, mientras que cerca de allí un hombre con la camiseta del Bayern Múnich hacía fotografías a los grupos de hinchas del Barça. El equipo alemán cayó precisamente en la actual Champions ante los españoles, en cuartos de final.

A medida que fue avanzando el día, la presencia de aficionados del Manchester United fue notándose más, especialmente en otras plazas del centro de la ciudad, como Piazza Navona, donde la mayor parte estaban sentados en terrazas de bares y heladerías.

Muchos de ellos decidieron pasar las últimas horas antes del partido en los alrededores del Olímpico, en el noroeste de la ciudad, donde combatieron el calor con agua y refrescos, ya que las autoridades decidieron impedir la venta de alcohol en gran parte de la ciudad.

Los principales incidentes en las horas previas a la final fueron el apuñalamiento de dos extranjeros, un hincha inglés y un turista estadounidense, y una decena de detenciones, por embriaguez, peleas o posesión de "objetos contundentes".