Los demócratas lograron aprobar dicha resolución con 50 votos a favor, el número de senadores con que cuentan los liberales en la Cámara Alta, y 48 en contra, los correspondientes a los senadores republicanos y supone una nueva vuelta de tuerca a la Administración del presidente estadounidense, George W. Bush, en su pulso por fijar una fecha para la retirada de tropas.
La pasada semana el Senado logró aprobar un proyecto de ley de presupuesto extraordinario para dotar al Ejército en Irak de fondos, tal y como reclamó la Casa Blanca, sin embargo, su exigencia de fijar la fecha para la retirada de las tropas y no contar con los dos tercios necesarios para evitar el veto presidencial, hacen muy poco probable que la medida pueda salir adelante tal y como ha sido redactada.
El líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta y senador por el Estado de Nevada, Harry Reid, aseguró que la propuesta se trata de enviar un claro mensaje al presidente Bush de que es necesario encontrar una nueva vía en la guerra y "cambiar el curso" que mantiene la ofensiva aliada en el país árabe.
En contra de la propuesta no de ley aprobada por el Senado, estuvo el senador independiente por el estado de Connecticut, Joseph Lieberman, un defensor de la autoridad del presidente en materia bélica, mientras que los senadores republicanos por Nebraska, Chuck Hagel, y por el estado de Oregon, Gordon Smith, apoyaron a los liberales en la votación.